“Mis hijos necesitan de su madre”, abrió ayer la cuarta jornada de debate a Rita Marianela Cervantes Martínez, su expareja y padre de los niños de 6 y 3 años ante el Tribunal Penal 2 de Posadas. Tiene 30 años y declaró durante media hora sobre su vínculo con la joven acusada de “homicidio calificado en grado de tentativa” de su beba de dos días el 7 de septiembre de 2020 y de abandonarla entre las piedras de contención de la orilla del arroyo Mártires en la costanera Oeste en Villa Cabello.
El testigo, este medio no lo identifica por nombre y apellido por pedido expreso del TP-2 de cuidar la identidad de la víctima (hoy de 3 años), respondió a las preguntas del fiscal Vladimir Glinka que su relación de pareja con Rita se interrumpió cuando la detuvieron hace tres años y dos meses. “Pero mantuvimos el contacto porque somos los padres de dos niños”.
Sobre lo sucedido entre el 5 y 7 de septiembre de 2020, detalló: “El 5 Rita tenía turno para el médico. Ella se despertó a las 8 y se preparó para irse, yo me quedé con mi hijo. Pasó la media mañana y no regresó, comencé a preocuparme porque sabía que se fue a atenderse por un fibroma y pensé que la internaron. A la tardecita me fui al hospital a buscarla, llevo su foto y no estaba por lo que me fui a hacer la denuncia policial a Investigaciones Complejas. Al otro día llegó un policía a mi casa y me hizo preguntas sobre ella. Después me fui a mi trabajo y luego a buscar una copia de la denuncia para seguir buscándola con su familia. El lunes voy a la casa de su madre y llama Rita pero no consigue conectar bien por lo que me llamó a mí y me dijo llorando que estaba en casa”.
“Poco más de las 4 de la tarde fue. Nos fuimos rápido con la madre y dos hermanas a mi casa en Villa Cabello. Llegamos y Rita lloraba, se golpeaba y gritaba ‘me sacaron a mi bebé, me sacaron a mi hijo’”.
Aseguró que no sabía que su pareja estaba o estuvo embarazada. Sobre su contextura física apuntó: “Rita era delgada, siempre lo fue. Tenía un poco de panza normal que pensé que era el fibroma que le causaba dolor. Yo ya tenía un hijo con ella, sabía que ese momento no se trataba de un embarazo y que no ocultaba nada porque llevaba una vida normal”.
Por solicitud del fiscal, el testigo observó un video de registro de cámaras de seguridad en la costanera oeste. Correspondía al día, tramo de la avenida y horario en el que se estima el bebé fue abandonado en la orilla del arroyo. Admitió que se veía a una muchacha similar a Rita caminando junto a otra mujer y cruzando en dirección al arroyo. La supuesta figura femenina que podría ser la imputada llevaba una bulto en sus manos.
También ratificó que solicitó a la Justicia de Familia que Rita pueda vincularse con su hija: “Quiero que la vea porque sé que es una gran madre, espero que vuelva con sus hijos, porque son lo que ella más necesita”.
Similares fueron los puntos que declaró posteriormente la madre de Rita sobre su desaparición, el estado en que la encontraron y el posterior hallazgo de una beba que fue abandonada en la costanera a pocas cuadras de la casa de su hija y que sería su nieta.
El fiscal también le solicitó que observe el video mencionado, pero la progenitora fue tajante: “No, no es mi hija, no reconozco a nadie”.
La defensa de Rita está compuesta por Luciana Sommer Aromí y Karen Dalila Rodríguez De Olivera. Le consultaron si cuando se reencontró con su hija, ella le contó sobre que en el Hospital Neonatal le realizaron una episiotomía. Respondió que sí, que le habían hecho la operación para parir y luego los puntos de sutura, y que sentía dolores Rita por ello y también le preguntaron si se puede transitar a pie rápido como la imagen del video al cruzar la avenida. Dijo: “Yo soy enfermera y habitualmente te hacen seis o siete puntos y no podés caminar por el dolor y menos como esa persona (video)”.
Dos hermanas de Rita continuaron la lista de testigos, quienes también relataron no tener conocimiento ni sospecha del embarazo de Rita y que se sorprendieron al enterarse de lo sucedido. Además remarcaron que ella fue golpeada en la unidad de resguardo de mujeres en Itaembé Guazú durante su detención y por tal motivo le operaron y extirparon el útero. Tampoco reconocieron a Rita en el video pedido por el fiscal.
El debate se reanuda el próximo lunes con cinco testigos citados.