El juicio a Rita Marianela Cervantes Martínez tuvo ayer su primera jornada en el Tribunal Penal 2 de esta capital. Sin innecesarios y exagerados protocolos de seguridad, con las medidas suficientes y prudentes para garantizar la libertad de prensa, se inició el debate oral de una causa compleja que, de acuerdo al reconocimiento de las partes centrales, acusación y defensa, asoma como “un desafío” para analizar “desde cero” y obtener “certezas”, “no sentencias condenatorias sin pruebas”.
La audiencia duró poco más de una hora y se destacaron los alegatos de apertura del fiscal Vladimir Glinka y de la defensa, integrada por Luciana Sommer Aromí y Karen Rodríguez De Olivera. Tras la lectura de la elevación a juicio de la causa firmada por la fiscal de Instrucción 7, Patricia Inés Clérici y el juez Miguel Mattos y que sostiene que el lunes 7 de septiembre de 2020, una beba fue encontrada envuelta entre ropas y trapos, adentro de una bolsa sobre las piedras de la contención del arroyo Mártires de la costanera Oeste de Posadas, se oyeron los adelantos de expectativas y posturas en cuanto a lo que enfrenta Cervantes.
Glinka resumió: “Cualquiera que escucha o lee que una madre que dio a luz a un bebé en perfectas condiciones, que ambos salen del hospital en perfecto estado de salud y ese bebé aparece abandonado a la vera de un arroyo y apuñalado y con la total certeza el autor que le dio muerte, eso pone la piel de gallina, da escalofríos pensarlo (…) Cualquiera piensa que está loca, una persona cuerda no hace eso. Convivimos más fácil con la idea que solo una persona demente puede realizar este tipo de hechos. Eso nos da tranquilidad a todos porque no imaginamos que cualquier persona lo puede hacer, incluso hasta la que cuida nuestros hijos. ¿Pero estamos en condiciones de juzgar esta causa fuera de todo estereotipo, podemos ser objetivos?”.
“Podemos pensar que es más grave porque lo hizo Rita, porque es la mamá y era su segundo hijo y tiene más responsabilidad que lo que la ley impone, como la gravedad del vínculo. Obviamente si esto es una psicosis puerperal, una psicosis ordinaria, esto justifica de algún modo la situación pero las dos cosas constituyen lo mismo. Son estereotipos”.
“Ninguna de las dos posturas son las adecuadas para resolver esta causa. El desafío en este caso está en empezar de cero. Siendo lo más objetivos posibles frente a este hecho. Lo que no significa intervertir entre víctima y victimario, pero ahí desde qué punto actúa cada persona y juzgar las acciones. No hay que sacar conclusiones apresuradas en esta causa y se necesita la mayor objetividad posible o el mayor entendimiento de la subjetividad de cada uno”.
“Vengo a escuchar en esta causa. La leí muchas veces y surge la misma pregunta: ¿Por qué Rita hizo eso? En esto se basa el contradictorio en este caso, debemos entender por qué hizo lo que hizo. La respuesta está en el orden del juicio, en el orden de los testigos. Los primeros nos explicarán la teoría del caso. En el segundo orden, los testigos hablarán del hecho. El tercero nos servirá para conocer el contexto de la imputada”.
Base científica y jurisprudencia
Sommer Aromí adelantó: “Dos cuestiones vamos a plantear a lo largo del juicio. Cuestiones subsidiarias, una principal y la otra secundaria. La primera es que vamos a poder probar que no existen pruebas suficientes para sostener la acusación y mucho menos para una sentencia condenatoria. Vamos a ver que lo primero que debemos hacer es encontrar algún tipo de prueba que acredite que Rita Cervantes fue quien realizó las acciones por las que la acusan. Y en este sentido vamos a ver también que no se encontrarán ni ADN, ni huellas, ni un testigo, ni una cámara que haya mostrado qué fue lo que pasó ese día. No vamos a encontrar sangre de la beba en Rita ni de ella en la beba. Las pruebas incidentales no pueden fundar una sentencia condenatoria”.
“La segunda cuestión está vinculada. Esta defensa no puede tampoco explicar qué pasó en el tramo de esas tres horas (entre las 17 y 20 del 7 de septiembre de 2020) en el que sucedieron los hechos porque Rita no lo recuerda. Por eso también ronda la pregunta del por qué, pero no solo por qué Rita haría esto sino también por qué ella no lo recuerda”.
Contrastó con el fiscal: “Psicosis puerperal, está lejos de ser un estereotipo, vamos a escuchar en el debate que es ciencia, que tiene base científica y ha sido motivo también de sentencias judiciales que absolvieron a mujeres en situaciones similares”.
Y concluyó: “De comprobarse los hechos al momento de cometerlos, claramente Rita no estaba en condiciones mentales suficientes como para que podamos entender que hay culpabilidad de su parte. La alteración por psicosis puerperal hasta el día de hoy atormenta a Rita y hace que hoy todos en este juicio tengamos cualquier cosa menos certeza”.