Desde mañana y al menos hasta el martes 5 de diciembre, el Tribunal Penal 2 acaparará atención porque tendrá la responsabilidad de juzgar a una joven madre acusada de intentar quitarle la vida a su beba y dejarla a la vera del arroyo Mártires en la costanera oeste, en Villa Cabello.
Rita Marianela Cervantes Martínez llega a juicio oral con los plazos de prisión preventiva vencidos, no registra antecedentes penales y también tiene un hijo de 6 años con el que, durante poco más de tres años, no pudo mantener contacto fluido porque permanece privada de la libertad en la Unidad Penal V del Servicio Penitenciario Provincial.
El debate será presidido por el juez César Antonio Yaya y como vocales se desempeñarán los jueces titulares restantes del TP-2: Gregorio Augusto Busse y Carlos Jorge Giménez.
La defensa de la mujer imputada estará representada por las abogadas particulares, Gabriela Luciana Sommer Aromí y Karen Dalila Rodríguez De Olivera.
En la audiencia preliminar realizada la semana pasada, las defensoras y el fiscal Vladimir Glinka, presentaron una lista con 33 testigos y la distribución pertinente para las seis audiencias agendadas (27, 28, 29 y 30 de noviembre y 4 y 5 diciembre).
La elevación a juicio fue firmada por la fiscal de Instrucción 7, Patricia Inés Clérici y el juez Miguel Mattos y sostiene que el lunes 7 de septiembre de 2020, una beba fue encontrada envuelta entre ropas y trapos, adentro de una bolsa sobre las piedras de la contención de arroyo en la costanera oeste de Posadas.
Un instructor de kickboxing fue quien la encontró minutos después de las 17 y corrió a pedir ayuda hasta la sede del Comando Radioeléctrico Oeste.
El preparador físico oyó el llanto y abrió la bolsa plástica negra que estaba rodeada por un alambre antes de buscar la asistencia de los efectivos de la Unidad Regional I. Cuando la beba llegó al hospital neonatal en el Parque de la Salud, el dramatismo fue aún mayor porque aún tenía incrustada en la espalda la hoja de un cuchillo dentado (tipo tramontina), cuatro lesiones de arma blanca en total le detectaron y, se presume, fueron provocadas con el mismo elemento.
La primera jornada de debate corresponderá a la lectura del requerimiento fiscal de elevación a juicio y se oirán los alegatos de apertura del fiscal y la defensa. Este último punto corresponde a la síntesis ante el tribunal de lo que ambas partes intentarán probar.
El martes comenzarán los testigos. Serán nueve los citados y corresponden a los pedidos por la defensa. De ellos, tres lo harán por videollamada porque se trata de profesionales de la salud radicados en otros puntos del país. La lista incluye a dos integrantes del SPP, alcaides responsables de la Unidad Penal V donde está alojada Cervantes Martínez.
Los 24 restantes testigos, corresponden a los citados por la fiscalía (dos en coincidencia con la defensa) y se distribuirán hasta el martes 5 de diciembre, por lo que no se descarta que se solicite una jornada más para alegatos y veredicto. Fecha que será definida durante el debate por el tribunal. Se baraja el miércoles 6 como día final.
Las abogadas Luciana Sommer Aromí y Karen Rodríguez De Olivera integran la Dirección Nacional de Promoción y Fortalecimiento para el Acceso a la Justicia del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación.
Hace siete días, Sommer Aromí dialogó con PRIMERA EDICIÓN para explicar la defensa legal de Rita Cervantes Martínez y sobre todo, por qué sostienen su inocencia: “Rita es madre de un niño que hoy tiene 6 años y de una niña de 3. Lo que nunca se informó fue que se trata de una mujer que trabajaba como ayudante de maestra jardinera y que tenía un proyecto de vida con una familia. La maternidad era su objetivo de vida”.
“Ella fue a parir a su hija hace tres años en estado de psicosis, con trastornos que se le manifestaron previos al parto, porque ella durante 36 semanas no supo que estaba embarazada, no tuvo ningún síntoma de embarazo durante ese tiempo. Hasta el último momento no lo supo. Cuando acudió al hospital por los dolores que asociaba a un fibroma uterino, la ecografía le confirmó que llevaba nueve meses y que estaba a punto de dar a luz”.
“Su cuerpo permaneció extremadamente delgado durante todo el embarazo, ni su esposo, ni ella, ni su familia sospecharon de un embarazo porque menstruó durante todo ese tiempo. El shock, que le produjo enterarse que iba a parir, derivó en el estado de psicosis, de disociaciones mentales”.
Destacó además que la “disociación mental” que le provocó enterarse del embarazo y la inminencia del parto la llevó a no saber siquiera a qué hospital acudió, si al Favaloro de Villa Cabello o al Neonatal del Parque de la Salud Ramón Madariaga”.
“Rita padece otras vinculaciones y trastornos del pasado. Fue abusada sexualmente durante su niñez y lo contó cuando tuvo 12 años. Delitos que fueron denunciados y que ocurrieron en el entorno familiar”.
“Rita debe ser escuchada y no merece la condena social. Por eso esperamos y confiamos en el Tribunal Penal 2. Con ella no se respetó la ley de obstetricia, la obligaron al alta a salir a la calle y hasta hoy no supo qué colectivo tomó ni dónde estuvo cuando hallaron la beba. La detuvieron en la calle y la volvieron a internar por las hemorragias que estaba sufriendo”.
También remarcó: “No hubo una observación de ella con perspectiva de género. Lleva tres años detenida, con la prisión preventiva vencida y con los requisitos para una excarcelación más que garantizados, no tiene riesgo de fuga tampoco porque es una mujer pobre, no tiene antecedentes penales, fijó su arraigo. ¿A dónde iría?”.