Con el cambio de autoridades en Paraguay, la administración de la Aduana parece haber endurecido su política de control de productos que ingresan desde Posadas hacia el vecino país, por el puente internacional San Roque González de Santa Cruz.
En el último tiempo, además de la continua incautación de bidones de combustible que se da en la capital de Itapúa, ahora se profundizó el contrabando de cebollas, zanahorias y pimientos morrones, entre otros.
El administrador del resguardo aduanero en Encarnación, Luis Cabo de Vila, contó que el pasado viernes llegaron a contabilizar 150 bolsas con cebollas secuestradas solo ese día, cuando intentaron ser introducidas al Paraguay por el viaducto antes mencionado.
Al momento del pesaje, junto a otra cifra similar que cayó días anteriores, superó las tres toneladas y media de cebollas que fueron resguardadas en un depósito que el organismo tiene en la vecina orilla del río Paraná.
En diálogo con el portal Más Encarnación, el funcionario paraguayo contó que “esas 150 bolsas fueron encontradas en pequeñas cantidades. Pero ya tenemos otras 100 a 150 bolsas más en el depósito. No está permitido el ingreso sin la certificación oficial. Por eso vamos a endurecer bastante los controles, para defender a nuestros productores que necesitan vender la producción de cebollas. En esta zona hay muchos que se encuentran produciendo”.
Además de las cebollas, Cabo de Vila dijo que en los últimos días frenaron el ingreso a Encarnación de tomates, zanahorias, pimientos rojos y verdes que tampoco cuentan con la autorización del Gobierno paraguayo.
“Aunque en menor cantidad, decomisamos esos productos. Pero es bastante lo que se fue secuestrando”, precisó.
Consultado sobre qué se hace con la fruta y la verdura que es incautada en los diferentes procedimientos, Cabo de Vila contó que se labran actas junto con el Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas (SENAVE), quienes se encargan de definir cuál será el destino final de los productos.
“Instamos a la gente que no traiga estos productos, porque tenemos la producción local para abastecernos y las sanciones van a ser un poco más fuertes para los que intenten ingresarlos”, advirtió el funcionario aduanero.
Cabo de Vila admitió que no cesa el contrabando de aceite y harina: “Tengo un depósito abarrotado de harina, hay muchísimos paquetes”, sentenció.
Sobre el combustible, el funcionario paraguayo dijo que se vio una merma en los últimos días “creo que por el precio que ha bajado en Paraguay y que endurecimos los controles, demoramos a los vehículos hasta que pagaran las multas por sus tanques adulterados, modificados. Tuvimos un caso de un vehículo que funcionaba a nafta súper pero traía diésel en un doble tanque”.