La Policía de Misiones, a través de la Dirección de Defensa del Medio Ambiente y las Divisiones de Delitos Rurales, llevan a cabo diariamente múltiples intervenciones, entre detenciones, secuestros de armas, maquinaria para desmontes y desarticulación de campamentos furtivos de cazadores ilegales en las reservas naturales protegidas.
De esta manera, en las últimas semanas, la Policía de Misiones detectó cuatro puntos de apeo ilegales que se llevaban clandestinamente en Iguazú, Candelaria y San Vicente. Asimismo, la semana pasada, los efectivos desmantelaron un campamento ilegal en una zona de reserva que pertenece a una empresa, donde hallaron saleros y otras trampas. Estás últimas intervenciones, son parte del centenar de procedimientos que efectúan mensualmente las patrullas desplegadas en todo Misiones.
Para estas intervenciones, los agentes efectúan un reconocimiento del terreno donde detectan trillos o “picadas” recientes, que son los puntos por donde ingresan quienes violan la ley para armar campamentos para la caza o apeo de madera nativa. Por lo que es importante el trabajo conjunto que se lleva a cabo en diferentes puntos de la provincia, junto a guardaparques y el Grupo de Operaciones de Selva, dependientes del Ministerio de Ecología.
Guardianes de la biodiversidad
Con el compromiso de proteger la biodiversidad de la provincia, la institución ha aumentado gradualmente el número de patrullas que recorren los extensos kilómetros de selva, además de las áreas de producción donde ya se vienen articulando las acciones de seguridad junto a sus residentes.
En estos operativos, desplegados en la zona norte, centro y sur de la provincia, la fuerza suma a estas tareas a sus 15 unidades regionales, ya que todos cuentan con áreas rurales, de cultivos o de montes naturales. Estos equipos realizan patrullajes preventivos de forma rotativa, puesto que quienes realizan esta actividad ilícita, son conocedores del lugar o residentes de la zona, quienes utilizan técnicas como la colocación de cebaderos artificiales, jaulas de captura, puntos de tiro en altura con armas de fuego, colocación de redes o diferentes tipos de trampas caseras, todas utilizadas para capturar y matar a los animales autóctonos.
La lucha contra la caza furtiva en la selva misionera es un trabajo constante que, por medio de los despliegues de la fuerza de seguridad y los organismos encargados de proteger el medio ambiente, está logrando avances significativos. Por esto, es fundamental seguir concientizando a la población sobre la importancia de preservar la fauna silvestre y denunciar cualquier actividad ilícita.