A un año y medio del crimen de Gladis Gómez, la comerciante que fue asesinada la noche del 2 de marzo de 2022, cuando motochorros ingresaron a su local para asaltarla, la familia continúa esperando respuestas certeras por parte de la Justicia.
Y es que en el tiempo transcurrido el proceso de investigación no ha avanzado significativamente, de hecho, sospechosos que han sido detenidos luego quedaron en libertad, y la desesperanza una vez más se apoderó del entorno de Gladis.
Sin embargo, en los últimos días hubo un nuevo -o no tan nuevo- giro en el caso que de alguna manera reactivó la causa. El juez Pedro Benito Piris, a cargo del Juzgado de Instrucción 1 de Oberá ordenó la detención de ‘Elías’, un joven que previamente había sido mencionado en el expediente -en 2022- y, sin embargo, nunca se lo investigó.
En síntesis, un testigo relató que, otro hombre -quien también estuvo sospechado, fue detenido y luego liberado- le comentó que durante el asalto Elías quiso ‘asustar’ a la señora, pero como el gatillo del revolver ‘era sensible’, se le escapó el disparo.
Este fue el detonante para que, ahora, efectivamente la Justicia ordene la detención e investigación de esta persona.
Sin embargo, tras pocos y casi nulos avances en la causa, la familia Gómez mantiene pocas expectativas.
“Ese testigo (el que contó lo que le contaron sobre Elías), fue mencionado varias veces en el expediente y dejaron pasar por alto. Ya pasó mucho tiempo, un año y medio, cuando liberaron a los otros sospechosos fue como un balde de agua fría para nosotros. Espero que ahora que van a investigar esta pista se pueda resolver”, expresó Rafaela Gómez, hermana de Gladis, en diálogo con FM 89.3 Santa María de las Misiones.
En cuanto a la Justicia, Rafaela dijo que el juez Piris siempre los ha atendido con predisposición y amabilidad. Sin embargo, se mostró desconfiada en relación al accionar del fiscal: “Por parte del fiscal creemos que no va a haber ninguna solución para Gladis; sinceramente a esta altura tenemos muy poca esperanza de que se pueda dar con el asesino de nuestra hermana”, lamentó.
Por último, se refirió al escaso acompañamiento que recibieron por parte de la comunidad obereña durante los últimos tiempos.
“Nosotros organizamos marchas para pedir justicia y que se siga el caso, para que no quede impune. Pero en los últimos encuentros no fueron muchas personas, entonces pensamos también de qué sirve hacer marchas si no hay gran movilización y apoyo para impulsar“, contó, y aclaró que es una situación que les genera tristeza.
No obstante, resaltó que el sacerdote de la iglesia donde Gladis era catequista, al igual que el sacerdote de la ciudad, siempre están atentos, preguntan sobre el avance de la causa y acompañan a la familia.
“Si el asesino está tras las rejas ella y nosotros vamos a tener un poco de paz. Es una situación difícil, todos los días nos preguntamos si el caso va a quedar impune o no”, finalizó.