Nelson Osvaldo Winnik (41) fue trasladado ayer al juzgado de Instrucción 1 de San Pedro para la audiencia indagatoria frente al juez local, Ariel Belda Palomar y amparándose en su derecho constitucional y por recomendación de su abogado, en este caso el defensor oficial, no respondió preguntas. Continuará detenido y fue notificado de la imputación provisoria de “homicidio agravado en contexto de violencia de género”.
Si bien la audiencia estaba prevista para la mañana, se concretó al mediodía de ayer y de acuerdo a las fuentes en contacto con PRIMERA EDICIÓN, el hombre de 41 años acusado de matar a Adriana Estefanía Dos Santos (16), aconsejado por un defensor oficial, optó por guardar silencio.
Se le notificó de la imputación provisoria de “femicidio” (artículo 80, inciso 11 del Código Penal Argentino) antes de regresar a la celda de la dependencia en la Unidad Regional XIV donde se encuentra detenido desde el sábado.
Las mismas fuentes revelaron detalles preliminares de la autopsia al cuerpo hallado dentro de una heladera en un monoambiente que alquilaba Nelson Winnik en calle Chaco, en el barrio IMAS de San Pedro.
El golpe que acabó con la vida de la joven fue un puntazo que ingresó en el pecho, rompió una costilla y perforó el pulmón derecho.
Esto denotaría la violencia del impacto, que hasta el momento no se pudo determinar con que tipo de cuchillo fue, pero se trataría de un elemento tipo puñal, de doble filo. Además, la víctima tenía otras once lesiones cortantes, en los brazos, cuello y piernas.
Se baraja que habría intentado defenderse del ataque. Lo que no se pudo determinar, al menos no se dio a conocer hasta el momento, es si fue abusada sexualmente.
La familia de Adriana recibió el cuerpo el martes, durante la madrugada y fue sepultado en el cementerio de San Pedro.
Hay que señalar que el crimen fue descubierto el viernes de la semana pasada por la noche en dicho inquilinato, pero se presume que la asesinaron entre el 8 y 9 de septiembre, es decir una semana antes y pocas horas después de tener el último contacto con su progenitora con quien había asistido el viernes 8 por la mañana al banco de la localidad y realizar compras.
El olor a descomposición que emanaba de un monoambiente de la calle Chaco, en el barrio IMAS de San Pedro, obligó a que vecinos llamaran al cuñado de Winnik y abrieran la pieza.
Allí se toparon con el peor escenario. Había un cadáver, envuelto con frazadas y dentro de una bolsa plástica, todo sujetado con retazos de cables de electricidad y acomodado en la parte baja de una heladera de dos puertas (con freezer) y que para asegurar que no se abriera sola fue sujetada a su vez con la cinta de embalar para encomiendas.
En la vivienda los peritos incautaron un par de zapatillas y ropa de mujer, principalmente una remera con manchas de sangre. Poco después fue la madre de la víctima quien reconoció por fotografías estas prendas como las de su hija y cuando le notificaron que el documento de la víctima fue hallado en poder de Winnik cuando lo detuvieron en San José cerca de la vivienda de su madre.
El acusado era considerado por los vecinos como poco comunicativo, no tenía trabajo estable y en el último tiempo habría colaborado en un taller mecánico, pero días previos al descubrimiento del hecho, no fue visto en las inmediaciones.
La última persona en que habría tenido contacto con él fue su hermana quien dijo que lo llevó a la terminal para ir a San José, justamente ese y otros testimonios serían judicializados en los próximos días.