A menos de tres meses del inicio de diciembre, mes que concentra las recepciones estudiantiles y, obviamente, las fiestas de despedida del año y casamientos, resulta complejo para los organizadores de eventos de la provincia cerrar nuevos contratos porque no existe un “precio de referencia”, debido a los altos índices inflacionarios y a la incertidumbre que generan los próximos comicios presidenciales, según señaló el titular de AMPROE (Asociación Misionera de Proveedores y Organizadores de Eventos), Gastón Jilek.
Por su parte, una de las referentes en organización de eventos de la capital provincial, Valeria Cappagli, del complejo Crucero del Norte, comentó que “para diciembre nos quedan solo tres fechas. Ya tenemos más de veinte eventos agendados cuando nuestro tope es de veintidós y estamos hablando solo de diciembre”.
Consultada sobre si la inflación y la “disparada” del dólar provocaron la caída de alguna de las fiestas programadas, dijo que “nada se ha suspendido aunque sí la gente está un poco preocupada, está tratando de apurarse un poco más, viendo nuevas formas de pago, pero siempre con ganas de cumplir, de hacer y de participar”.
Vale recordar Cappagli fue quien ante los avatares de la economía y la inflación, comenzó a utilizar el valor del dólar blue como referencia para cotizar una recepción, boda, cumpleaños o evento empresarial, lo que le permitió cumplir sin inconvenientes con los compromisos asumidos, aunque esa decisión generó encontradas opiniones iniciales.
“No queremos que la gente tenga sorpresas o por lo menos no a través nuestro, dada la cantidad de incertidumbres en materia económica. Entonces ya hace unos años empezamos a tarifar en dólares, claramente lo cobramos en pesos. Y lo tarifamos en dólares para poder tener una pequeña previsión de los aumentos que sabemos que vamos a sufrir todos, porque sabemos de la inflación, eso no es ninguna novedad”.
Agregó que “buscamos un sistema para poder acompañar esta situación y que la gente, a pesar de que tenga que pagar valores en pesos que van en incremento, tienen una certidumbre que el valor es en dólares”.
Apuntó que “ahora en septiembre y lo que se viene de octubre y noviembre estamos con agenda completa todos los fines de semana, con el salón ocupado, con eventos ya preorganizados porque nadie organiza una boda o un cumpleaños de quince a último momento, puede suceder pero claramente no es lo habitual. Todo se arma con tiempo y nosotros tenemos una agenda muy completa por suerte”.
Cappagli manifestó además que “estamos trabajando ya para el año que viene, agendando para el 2024 e incluso para el año 2025 porque la gente proyecta todo con tiempo, es la única manera de tener cierta tranquilidad”.
Sin precio de referencia es muy difícil prestar un servicio
Por su parte, en diálogo con la FM 89.3 Santa María de las Misiones, Jilek dijo que “es muy triste lo que estamos viviendo porque la industria del evento se venía recuperando de una manera formidable. Misiones fue la primera provincia a nivel de la Argentina y una de las primeras a nivel sudamericana en volver con los eventos y esto debemos destacarlo. La incertidumbre que hoy tenemos es por el tema de la inflación”.
Resaltó que “hay una realidad que al no tener hoy precio de referencia hoy, más la devaluación que tenemos es muy difícil prestar un servicio y mantener la calidad del servicio en el tiempo”.
No obstante recordó que hay servicios de recepciones que desde el año pasado tienen contrato firmado pero en dólares. “El promedio andaba entre los 30 y los 40 dólares, dependiendo qué tipo de catering, servicio, discoteca, salón, ambientación y decoración acordaron. Esa era medianamente la variación”, remarcó con relación a cómo se las ingeniaron algunos servicios de eventos de la provincia para poder avanzar.
Sin embargo, apuntó que “una cosa era un dólar en noviembre del año pasado a 280 pesos y hoy un dólar cuesta más de 700 pesos. Es muy difícil acceder a los dólares legales, por así decirlo, cada vez hay más restricciones, entonces, partamos de la base que hoy estamos hablando de una tarjeta que realmente es un presupuesto importante para una familia conformada por cuatro personas que además debe comprar la vestimenta y calzados”.
Jilek advirtió que “el temor es que en las próximas elecciones, dependiendo de cómo le va al oficialismo o a la oposición, pueda volver a haber otra devaluación. Eso provoca que haya una incertidumbre, que realmente sea inmanejable para el que contrata y para el que presta el servicio”.
Ante los avatares económico recomendó que “nunca hay que perder, en ningún punto, la oportunidad de la negociación porque es un arte que hay que saber llevar a cabo. Tanto el cliente, cuando tiene la angustia que no puede llegar con el presupuesto porque realmente la está pasando mal y la obligación nuestra como prestadores del servicio de sentarnos a escuchar la necesidad de la otra persona para llegar a un punto intermedio para que los contratos, bien redactados y con todas las condiciones establecidas se puedan cumplimentar”.
Espeto corrido con un precio de 4.000 pesos, hasta las elecciones
Otro de los reconocidos servicios de catering del interior de la provincia es el que administra Antonio “Mono” Cristaldo, con base en Capioví, y que hasta las elecciones presidenciales del 22 de octubre fijó en 4.000 pesos por persona el presupuesto que incluye espeto corrido con ensaladas, además de toda la mantelería y vajillas.
“Somos uno de los catering más completos de la provincia y si tenemos que ir hasta Posadas cuesta 4.300 pesos por persona. Hoy 4.000 pesos es el precio de una docena de empanadas, así que encontrar un servicio más económico es imposible. Llevamos a la mesa de nuestros clientes calidad y cantidad, porque somos productores de nuestra propia carne y verduras”, señaló Cristaldo.
El servicio de espeto corrido, consta de “carne vacuna, cerdo, pollo, chorizo de elaboración propia y morcilla bombón. Además ensaladas de papa, de tomate, repollo, pickles, mandioca frita, pan, los cubiertos y los mozos para servir la comida. Es un espeto corrido de calidad y la cantidad. Nuestros clientes están felices con lo que les entregamos”.
Contó que para lo que resta del año “tenemos una agenda completa y para el año que viene ya está encaminada. El contexto es difícil pero las familias se organizan con tiempo, van pagando, generalmente por tarjeta”.
Cristaldo reconoció que “fue un cimbronazo el que nos agarró después de las PASO casi nos deja nocaut a todos los que trabajamos en el rubro de catering por la disparada del dólar”.
“Para no dejar a las instituciones escolares que vendían tarjetas para los aniversarios con nuestro servicio tuvimos que compartir una diferencia de 500 a 600 pesos. Asumimos que debíamos dar ese paso y compartimos la pérdida, o sea, las instituciones hicieron su fiesta y nosotros ganamos un poco menos”, finalizó.