Una vez más se dio a conocer una destrucción de selva nativa en pleno territorio de una comunidad originaria misionera. En este caso se trata de la aldea Takuapí Mirí, en Puerto Mado, donde la conocida empresa Macovalle habría realizado una tala indiscriminada y provocado un grave daño ambiental, según denunció el comunicador Vasco Baigorri, del Equipo Misiones de Pastoral Social Aborigen (EMIPA).
Este lunes, en diálogo con la FM 89.3 Santa María de las Misiones, Baigorri detalló que “el problema se inicia cuando esta empresa (Macovalle) tenía una autorización de desmonte y tercerizó el trabajo; la gente que lo hizo sobrepasó los límites y las medidas autorizadas e intrusó un total de 145 hectáreas y 43 de ellas son territorios relevados de la comunidad indígena Takuapí Mirí”.
“Luego de esta tala raza y el arrastre de los materiales cortados, también fueron dañadas varias especies medicinales, árboles a su paso y hastas el suelo en sí. Como si fuera poco, el sistema en que se sacaron los troncos provocaron una destrucción muy grande en la zona dañada”, lamentó.
Respecto a la denuncia realizada ante el Ministerio de Ecología y Recursos Naturales Renovables de la Provincia, admitió que “en este momento debemos reconocer un cambio absoluto en relación con el anterior ministro: se le pidió un informe al respecto, dijeron que se tomaran unos días para ver lo sucedido y llevar adelante la investigación. Pero apenas le hicimos llegar la denuncia, se hicieron presentes autoridades del Ministerio e hicieron suspender los trabajos en la zona, hasta tanto se hagan las averiguaciones correspondientes”, destacó.
En cambio, desde Macovalle “no hemos tenido ninguna comunicación”, aunque remarcó que “esta empresa es responsable en cuanto a su territorio: al tercerizar los trabajos, debió controlar los mismos y que no se excedan de los límites permitidos. Esas equivocaciones suelen ser habituales“, deslizó.
“A veces nos tildan de exagerados a los ecologistas, pero somos realistas, nada más. Un árbol talado no se recupera nunca más. ¿La selva se recupera? Sí, se recupera. Pero ¿en cuánto tiempo? No lo sabemos con exactuitud, pero sí que lo hace con mucha lentitud”
También detalló Baigorri que “para que la gente se de cuenta, una hectárea es una manzana en Posadas, por ejemplo; y lo arrasado sería alrededor de 150 canchas de fútbol, para que tengan una real noción de lo destruido. Cuando derribamos 145 hectáreas el impacto es terrible, inmenso, en agua, oxigeno, vida, futuro“, sentenció.
En el Norte misionero, un daño incalculable
Vale resaltar que la comunidad mbya Guaraní Takuapi Mirí está emplazada a 3,2 kilómetros al sur de Puerto Mado, dentro del Departamento de Eldorado, cuenta con 15 familias, 55 integrantes, la mayoría niños (33). Comparte con la comunidad Ysyry un territorio de morfología irregular constituido principalmente por remanentes de bosque nativo primario y secundario de donde obtienen recursos de subsistencia. Su superficie ha sido delimitada por el Programa Nacional de Relevamiento Territorial de Comunidades Indígenas llevado a cabo por el INAI. Los polígonos que conforman el territorio de ambas comunidades abarcan áreas situadas cerca de la ruta nacional 12, así como también hacia el este, donde incluyen un sector sobre el margen del río Paraná. Todos ellos se unen parcialmente por bosques protectores de cursos de agua, excepto hacia un sector de la ruta nacional 12, donde presentan sectores espacialmente discontinuos. Dentro de ambas comunidades fueron destruidas alrededor de 145 hectáreas, causando un profundo daño a la naturaleza tanto vegetal, como animal, incluyendo a las familias que viven, se alimentan y subsiten de dicho entorno natural de selva, tierra y agua.