El incremento de los precios impactó en todos los sectores, incluso el relacionado con el cuidado de las mascotas. En tiendas y veterinarias, hubo aumentos en insumos y alimentos para perros, gatos y otros animales. Tal es así que algunas personas ahora van por segundas marcas, aunque en ciertos casos no pueden ir por otras opciones al ser alimentos balanceados e indicados por el veterinario.
En comunicación con FM 89.3 Santa María de las Misiones el presidente del Consejo de Veterinarios de Misiones, Pablo Castillo, contó que “no somos ajenos a toda esta suba y aumento de precios. También hay que tener en cuenta que lo que más ha subido es la parte de carne vacuna, siendo que los alimentos de las mascotas tienen mucho de lo que no se aprovecha en la faena de animales y otras veces indirectamente menudencias o cortes de carne o de ave, de pollo, inclusive cerdo y cordero”.
Con todo el incremento en la materia prima de los alimentos para mascotas, precisó que los aumentos en los precios de los procesados están “en el orden del 20%”.
Asimismo, adelantó que “todas las semanas suben algunas de las empresas”. A la hora de proveer los alimentos “los que estuvieron un poquito más atrasados, que estaban justo por subir de precios, les agarró ahí la devaluación poselecciones, por ahí subieron un 25 a 27%”, agregó. En cambio, otros ya habían subido antes de las elecciones y completaron un 18 a 20% como mínimo de incremento.
Más allá de que algunas familias organizan su economía para solventar los gastos, comprar otras marcas más económicas, Castillo recordó que “se ve muy complicado aquél que tiene una mascota y que necesita un alimento medicado. La verdad que ahí sí se hace difícil buscar un sustituto por precio, es decir, una segunda marca”.
En cuanto a la alternativa de cocinar para las mascotas, señaló que “si uno considera lo que cuestan los alimentos frescos y tener que hacer la incorporación de vegetales en la dieta de la mascota, para hacer un alimento balanceado, casi que volvemos al mismo costo, que si uno tiene que darle un balanceado”.
Respecto a las marcas, explicó que la mayoría “tienen el tope de gama y ahí van bajando un poco la calidad y el precio, pero siguen siendo alimentos balanceados y con poca diferencia en la calidad”. Por su parte, dio opciones como comprar bolsas con algunos kilos menos, como la de 7 kilos y medio, para guardar y “asegurarse de tenerla bien en un lugar cerrado, que no agarre humedad”, añadió.
En las veterinarias, “incluso hay algunos propietarios que compran con la tarjeta”. No obstante, lamentó que “no hemos podido sumar muchas veterinarias a lo que había sido en su momento el lanzamiento del Ahora 12, Ahora Mascota, que podría ser otra forma de que el consumidor se refugie un poco de la inflación”.
Al tener una mascota con alguna patología o afección, explicó que “con los alimentos medicados, lamentablemente casi no tenemos opciones y por ahí se va a complicar más”. Lo mismo sucede con los medicamentos, “por ahí dentro de los mismos laboratorios tenemos algunas leves diferencias de precios, uno podría economizar por ese lado o comprar presentaciones más grandes y dosificar, digamos, partir las pastillas”.
Con el impacto en la economía familiar, resaltó que “para nosotros no hay nada más frustrante que venga el tutor y que nos diga que tenga que abandonar un tratamiento porque no le alcanza la plata para hacerlo. Ahí también buscamos la forma de ver de qué manera se la podemos hacer más económica para que no abandonen el tratamiento”.
El médico veterinario aseguró que el paso de comer alimento premium a cocinar a las mascotas no presentará inconvenientes, siempre y cuando tenga el contenido vitamínico necesario. “Cuando bajamos la calidad del balanceado, se ven cambios muy sutiles, por ejemplo, el pelaje no está tan brilloso”.