“No, no recordaba”. Por segunda jornada consecutiva se oyó responder a investigadores policiales que se presentaron a declarar citados como testigos en el juicio oral y público en el que se intenta esclarecer al muerte de la docente Mirta Carmen Rosa (47) en Garupá, el 14 de febrero de 2013.
Adrián Roberto Borda (43) suboficial de la fuerza provincial, al igual que sus excompañeros de la brigada de Investigaciones de la Unidad Regional X, repitió haber olvidado detalles clave de una causa que conmocionó a la población por tratarse de una acusación vinculada a la violencia institucional.
Mirta Rosa padecía esquizofrenia y fue hallada en un descampado del barrio Los Potrillos de Garupá. El expediente llegó a juicio en el Tribunal Penal 2 con dos policías acusados: Aníbal Aldo Gabriel Villalba (36) y Luis Albino Rotela (44), encartados por “abandono de persona agravado por el resultado muerte, incumplimiento de deberes y falsedad ideológica”. Los dos (hoy exefectivos) estaban de guardia a cargo de la patrulla de la comisaría Quinta hace poco más de diez años.
Adrián Borda ayer, ante cada pregunta del fiscal Vladimir Glinka, no titubeó en repetir (cinco veces) no recordar situación y acciones puntuales del día señalado.
En cuanto a Borda, se lo citó a debate porque en el expediente consta su declaración respecto a que vio con vida a Mirta Rosa y deambulando por el barrio Los Potrillos cuando él y sus compañeros trabajaban en la zona con la intención de recuperar objetos robados.
Pero llamó la atención nuevamente que entre lo que declaró y lo asentado en los libros de guardia, ni siquiera el vehículo en el que se movilizaban coincidía. Por lo que ante cada inconsistencia se lo escuchó decir: “No, no sé, no recordaba”.

Entre lo que su memoria dejó de lado, se replicó ayer que para salir a investigar esa mañana, retiraron a un detenido en la comisaría Quinta de Garupá. Alias “Chinito” nunca fue registrado en los libros de la brigada de la UR-X.
Ratificó su testimonio en la etapa de instrucción de la causa, puntualmente en cuanto a haber visto “deambulando a una ‘Lucía Ofelia’ (mujer con problemas mentales en clave de comunicación policial)” y que correspondía a Rosa, a quien habían hallado pasadas las 16 sin vida en Los Potrillos.
En la franja horaria en que la habría visto y comentado a sus compañeros Broemser y Bernal, el expediente indica que Rosa ya había sido asistida por Villalba y Rotela de la comisaría Quinta.
Esto se lo comentaron, según los investigadores, a Fernando Castelli entonces jefe de la Secretaría de Apoyo para las Investigaciones Complejas (SAIC), cuando ya intervenía en los primeros pasos de la pesquisa junto al juez de Instrucción 6, Ricardo Walter Balor.
Borda no negó -pero tampoco lo recordaba ayer- haber dicho: “Vamos a la mierda, está fea la mano acá, que se hagan cargo ellos (por la comisaría Quinta)”.

Según consta en el expediente, Aníbal Villalba señaló entonces que tras el hallazgo del cuerpo, Borda le dijo a Bernal en el descampado de Los Potrillos: “Viste que la asustamos demasiado feo”. Esta frase, el testigo Borda la rechazó rápidamente cuando se lo consultaron ayer ante los jueces Gregorio Augusto Busse, César Antonio Yaya y Fernando Luis Verón.
El sargento Borda señaló ayer en un mapa satelital la ubicación del lugar donde concurrieron tras el alerta del cuerpo hallado en Los Potrillos. Reconoció que vio un cuerpo de mujer pero que no se bajó del automóvil. El martes Bernal, chofer del móvil, aseguró que solo él no se bajó del vehículo.
Borda fue el único testigo que respondió a la citación judicial ayer. De los seis notificados, cinco se ausentaron pero solo a uno, las partes solicitaron al tribunal que se lo busque por la fuerza pública. Se trata de “Chinito”, residente en Garupá.
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