Durante las últimas horas tomó trascendencia pública el caso de un menor de 12 años que pretendía volver a su casa dada las altas horas de la noche que eran, pero no podía.
Es que este niño, conocido en las calles de Apóstoles como el “Polaquito”, es vendedor de bollos, un ejemplo para muchos y el sustento de su familia. Sin sus ventas, no ingresa dinero.
Eran las 0.10 de la madrugada del domingo cuando el piloto de motos Esequiel Gómez, que se encontraba en un bar céntrico de esta ciudad, observó con atención la situación y se interiorizó.
En una historia a través de Instagram, el piloto viralizó la foto del menor. Solo, sin un mayor que lo acompañe, el “Polaquito” tenía una misión, como todas las semanas: vender bollos y ganar dinero para llevar a su casa. De lo contrario, no podría regresar allí.
“Son las 00.10 de la noche, y el Polaquito que vende sus cosas dulces sigue en la calle tratando de vender todo lo que puede para volver a su casa (…) vino al bar donde estoy ahora a pedir para llamarla a la mamá enviándole cuantas cosas vendió y las que le sobró… para poder ver si podía volver a su casa. Así toda la semana”, contó el deportista en redes sociales.
Las voces de la comunidad apostoleña no se hicieron esperar. “Este nenito tendría que estar estudiando no trabajando a altas horas de la noche con tanta delincuencia que hay en este país. Dios lo guarde y que los que tienen que hacer algo al respecto lo protejan es un niñito”, fue un comentario.
Pero la historia no termina ahí. Uno de los motivos, quizás, por lo que lo se vio al Polaquito por ese lugar y en ese momento tiene su inicio meses atrás. El preadolescente sufrió el robo de su bicicleta, su elemento de trabajo, con el cual hacía los repartos y se iba más temprano a su hogar.
Según pudo saber PRIMERA EDICIÓN, así como en este momento la situación se viralizó en redes sociales, los apostoleños se solidarizaron con el menor para colaborar y se pueda comprar una bici nueva. Luego la policía de la seccional local pudo recuperar la bicicleta, trascendió.
Todos los apostoleños siempre tratan de colaborar con el nene que todos los días anda por las calles trabajando para llevar dinero a su familia que vive en el barrio Szczensny.
Pero, luego de todo esto quedan preguntas en el aire: ¿Y los padres?; ¿Por qué un niño de 12 años debe ser el sustento de su familia y estar a esas horas de la noche en la calle?. Las respuestas faltan.
“El caso está judicializado”
Desde la Municipalidad de Apóstoles, el secretario de Acción Social, Alberto Sotelo contó a este Diario que “como municipio y acción social estamos desde hace mucho ocupándose de la situación”, dijo.
“La misma está judicializada y es un caso difícil porque nosotros notificamos a la progenitora, pero lo mismo él sale a vender así que ahora se tomarán medidas más drásticas para solucionar este problema”, destacó.