Nuria y Gonzalo Acosta, fueron advertidos días pasados por sus vecinos, que había maquinaria trabajando y “limpiando” su propiedad, cargando camiones con tierras y volteando todo a su paso, hasta una casilla construida allí.
Al llegar, se encontraron con que un hombre identificado por ellos como Oscar Sánchez, aludió ser dueño de la propiedad y que no solo ordenó movilizar a las topadoras sino también bajar el servicio de agua a su nombre.
Pasmados, los hermanos Acosta fueron a la comisaría y lograron frenar el movimiento, aunque el daño sobre las 9 hectáreas estaba hecho. Tras la denuncia, con solo “googlear” el nombre de la persona, se encontraron con que contaría con antecedentes judiciales similares.
La intención de los “okupas” habría sido construir una playa de estacionamiento de camiones, en una zona cercana al Parque El Puma, donde se volvió residencial y una actividad de ese tipo afectaría a toda la comunidad.
A su vez, todo este caso judicial desnudó un conflicto que no solo involucra a las personas denunciadas por el intento de usurpación, sino también con un boleto de compraventa firmado en 2019 por un escribano destituido un año después por su accionar.
Con ese boleto de compraventa lograron que la COSCAL (prestadora de la concesión de agua) haga una conexión a nombre de Sánchez, a pesar que él no figura en el Registro Provincial de Inmueble como titular del dominio. De hecho, se hizo una obra de una cuadra para llegar con la cañería que no solo es costosa, sino que implica planificación.
En diálogo con FM 89.3 Santa María de las Misiones, Gonzalo Acosta explicó que “son dos terrenos, no es solamente el mío, y están en un lugar privilegiado frente al barrio del Lago. Mi mamá es propietaria desde el año ‘76 y queda en la desembocadura del arroyo Garupá; y de la noche a la mañana aparecieron topadoras y conexiones mágicas de agua”.
Una denuncia en curso
Los hermanos Acosta realizaron la denuncia penal tanto a Oscar Sánchez (que se hace nombrar el propietario de esas tierras), como a otro señor de apellido Fraga. Personas que, según Acosta, “tienen un modus operandi invadiendo terrenos”.
Sobre la COSCAL, cuando otros vecinos pasan meses esperando por una conexión, Acosta dijo: “creemos que hay gente local que sabe que esas cosas no se hicieron por derecha. Metieron una conexión de casi 100 metros de agua en un día, eso es imposible. Sabemos de vecinos que tenían el pedido y esperaron seis meses o un año”.
Además, “casualmente”, la conexión de agua por parte de la COSCAL, a nombre del supuesto dueño, se dio unos días después que los verdaderos propietarios descubrieran lo que pasaba en su terreno.
Frente a esa situación, los vecinos de la zona, que ya están organizados y tienen grupos de Whatsapp donde se informan entre sí, se solidarizaron con los hermanos Acosta y se decidieron a mantenerlos informados ante cualquier movimiento en su terreno.
No obstante, el malestar y la preocupación sigue estando, ya que “estamos en vigilia y vamos tres veces al día a Candelaria. A primera vista pareciera un conflicto entre privados, pero es gente que está instalada, ya tienen causas por usurpación, es gente que sabe hacer negocios por el lado oscuro”, finalizó Acosta.