En Oberá están muy preocupados por la gran cantidad de familias que dejan sueltas a sus mascotas en los barrios. Mientras muchos vecinos pensaron que se trataba de perros y gatos callejeros, sin dueños, resultó que eran parte de familias que no implementaban una tenencia responsable de las mismas.
Mientras la Justicia fue avanzando en estos años en castigar a quienes cometieron faltas y maltrato hacia las mascotas, con un visible cambio de mirada hacia la demanda social de intervención, muchos propietarios de los animales siguen sin tomar dimensión de la responsabilidad y el deber que les cabe por haber decidido adoptarlos y criarlos.
Las organizaciones no gubernamentales se han ido expandiendo en Misiones, en las diferentes regiones. Pero, paralelamente, también creció la demanda de castraciones, atención veterinaria por desnutrición o maltrato.
Hay muchas personas que cuando se “cansan” o “aburren” de tener un perro o un gato (las mascotas más populares), las arrojan cerca de las protectoras de animales, para que otros se hagan cargo de su fracaso. Y eso no está bien. Como tampoco lo está el arrojarlos a la vía pública, con el riesgo de vida que significa.
“El Estado no puede hacer todo, necesariamente es una tarea en conjunto. El bienestar de la mascota empieza por estar en casa, no en la vía pública. Es parte de la tenencia responsable, hay hábitos que se deben cambiar”, advirtió el veterinario obereño Edgardo Chávez, a cargo del área de sanidad animal municipal.
Y la razón asiste a este funcionario que buscará cambiar los malos hábitos.