La familia Maman y en especial su hijo César de 24 años están pasando por una situación crítica ya que el joven necesita un doble trasplante de hígado e intestino y su obra social aún no aprueba la internación y el tratamiento completo en el Hospital René Favaloro de Buenos Aires.
Mientras tanto “César se deteriora cada día más, es terrible ver que su salud está cada vez peor”, explicó entre lágrimas Raúl Maman, el papá de César en diálogo con PRIMERA EDICIÓN.
Según Raúl, “lo único que se nos está complicando es el sí de la obra social Incluir Salud para que le internen a César en el Favaloro. De ser así, el trámite es sencillo: le internan, le hacen los estudios, lo ponen en lista de espera en emergencia nacional y después la cirugía porque nos dijeron que esos órganos que necesita nuestro hijo en una semana y media aparecen porque no son órganos difíciles de conseguir. El intestino no es como el corazón o el riñón que tiene que tener una compatibilidad del 99%”, señaló.
Es así que, lo que busca la obra social es cubrir de forma individual cada procedimiento y estudio que le hagan a César; mientras que el Hospital Favaloro quiere cobrar por el procedimiento completo: la internación, los estudios, la cirugía el posoperatorio.
Es por eso que la familia Maman buscará presentar un amparo para que la obra social cubra la internación de su hijo.
Si bien Raúl explicó que inicialmente César iba a ser internado y trasplantado en el Hospital Argerich que es público, “este doble trasplante de hígado e intestino no hacen en el Argerich ni en un hospital público, y la mejor clínica privada es el Favaloro ya que está el doctor Pablo Barros Schelotto que con su equipo hizo 17 dobles transplantes y todos resultaron exitosos”.
Pese a que el joven de 24 años se mantiene consciente, Raúl se lamentó. “Estamos en medio de este tire y afloje con la obra social, mientras que la salud de mi hijo se va deteriorando, cada dos tres días vamos a internarlo porque tiene encefalopatía hepática, pierde el conocimiento, la movilidad, el habla… están jugando con la vida de mi hijo”, afirmó el papá.
Además, en su desesperación confirmó que buscará ser oído por el Gobernador de la provincia y hasta por los medios nacionales. Incluso, el mismo César redactó una carta a su obra social donde pide encarecidamente que aceleren los trámites “ya que cada día que pasa mi salud se deteriora aún más, siendo cada vez más urgente recibir el doble trasplante y así poder mejorar mi calidad de vida, y la de mi familia”, reza la nota.
El segundo trasplante
De realizarse el trasplante, será el segundo por el que pasará César, ya que cuando tenía un año recibió un hígado en el Hospital Garrahan de Buenos Aires.
En aquel entonces (1999) esa cirugía había sido una noticia para la provincia ya que, incluso en Buenos Aires, pocas veces se había hecho ese procedimiento en pacientes bebés.
Si bien el joven pudo hacer una vida normal después de haber recibido un hígado con un año, el año pasado comenzó a sentirse mal y los estudios sanguíneos arrojaban valores que indicaban el mal funcionamiento hepático.
Posteriormente, en febrero de este año, llegó a Buenos Aires para hacerse los controles en el Hospital Argerich, para después pasar a formar parte de la lista de espera del Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (INCUCAI).