La colecta anual de Cáritas se realizó entre el 10 y 11 de junio como una jornada solidaria para juntar dinero que se utilizará para continuar la ayuda a los más necesitados. Ante una situación económica complicada, cada vez más personas buscan ayudar al prójimo en una red de contención que escapa lo religioso y se establece como un estilo de vida.
Compromiso con el otro
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN el vicepresidente de la filial Posadas de Cáritas, padre Alberto Barros, contó que “esta colecta es nacional, organizada por Cáritas Argentina todos los años en el mes de junio”.
Como una jornada comunitaria, indicó que “tiene el objetivo de seguir reafirmando el compromiso de toda la Iglesia con nuestros hermanos más pobres y débiles”.
En esta intención de ayudar al prójimo, resaltó que “nuestra fe en Jesucristo nos enseñó que él mismo se identifica con los sufrientes y que debemos aprender a encontrar en cada rostro su imagen”.
La colecta nacional “es en los tres niveles de Cáritas, nacional, diocesana y parroquial, donde a través de lo ofrecido en las misas podamos seguir trabajando en nombre de toda la Iglesia con aquellos que más sufren”, agregó.
Barros recordó que, para recibir la contribución, “lo habitual es recibir el aporte dentro de la misma celebración de la misa, tanto durante el sábado y el domingo. Esto tiene un significado interesante, porque la caridad no se puede separar de la celebración de la eucaristía”.
Además, señaló que existen otros canales de colaboración, a través de celulares y Mercado Pago, aunque muchos aún se acercan personalmente hasta la sede de Cáritas o las parroquias al no poder participar de las misas.
El párroco comentó que, más allá de la colecta, “si alguien quiere colaborar el día lunes o martes, puede también acercarse a su parroquia más cercana o Cáritas Diocesanas”.
Barros señaló que en esta edición 2023 “en la parroquia donde me encuentro actualmente, Santa Catalina, realmente hemos tenido una colecta más que importante durante la mañana del domingo. Después, siempre hay gente que sigue acercándose en otros momentos”.
Acerca de la importancia de colaborar, explicó que “la comunidad de fe que se encuentra con Jesús en cada misa está llamada a encontrarse con él, que está presente en cada persona atravesada por la pobreza y la marginalidad. Por eso, hay una íntima relación entre participar de la misa y ejercer la caridad y solidaridad”.
Más allá de la jornada de colecta nacional, señaló que “en Cáritas Posadas nos importa no solo la cantidad de dinero que se aporta o comparte, como experiencia en comunión de bienes, sino también que esta colecta movilice nuestros corazones y conciencias para que nuestra solidaridad sea un estilo de vida, que se la viva todo el año y todos los días”.
Por este motivo, opinó que “las colectas son ocasionales, la solidaridad debe ser permanente y concreta. Entonces, nos importa que esta colecta mueva los corazones, para que todos, desde donde estamos cada día, podamos estar ocupándonos de quienes más necesitan, por su situación de pobreza, soledad, angustia o porque necesita sentirse valorado”.
A nivel nacional, aseguró que “como ya es una colecta histórica en Argentina, nuestro pueblo no deja de ser solidario”. Asimismo, remarcó que “cuando más pobreza tenemos, tal como sucede ahora en Argentina, la solidaridad se acrecienta”.
En Argentina
Alberto Barros reflexionó que a nivel nacional “estamos viviendo un momento muy duro, prácticamente la mitad de los argentinos son pobres, donde 6 de cada 10 chicos viven en situación de pobreza”. En este sentido, afirmó que “estos datos son escandalosos y esto moviliza a nuestro pueblo a crecer en solidaridad, dar una mano y sentirnos unidos en este camino de servicio a quienes sufren más”.