Las expectativas iniciales que rodearon al dólar para economías regionales fueron cayendo con el correr de los días y hoy, a más de un mes de su implementación, directamente los exportadores ya no ocultan otra nueva decepción con una medida del Gobierno nacional.
Corría noviembre del año pasado cuando el ministro de Economía, Sergio Massa, anunció un régimen exportador diferencial para las economías regionales, emulando a lo que se conoció como “dólar soja”. Pero no fue hasta mediados de abril cuando finalmente se puso en marcha el “Programa de Incremento Exportador”.
La propuesta inicial parecía seductora para los industriales. Tener una divisa por encima del valor oficial durante varios meses (está vigente hasta el 30 de agosto) prometía ser un factor para recuperar competitividad en el mercado externo. Sin embargo, la propia normativa y la situación económica del país terminaron por escribir otra historia.
Burocracia
Diferentes exportadores misioneros consultados por PRIMERA EDICIÓN coincidieron no solo en la desilusión con respecto a la medida, sino también en el diagnóstico de los problemas que encontraron en la misma.
Es así que Raúl Karaben de yerba mate Piporé, Renso Yonathan Klimiuk, empresario tealero, y Román Queiroz, presidente de la Federación Argentina de la Industria de la Madera y Afines (FAIMA) explicaron que uno de los grandes problemas que encontraron son los trámites engorrosos que deben realizar las empresas para poder acceder al dólar diferencial. Lo describieron como un camino muy complejo y burocrático, plagado de requisitos en cada paso.
Valor del dólar
No obstante, hoy el gran desaliento que están encontrando los exportadores es el propio valor de $300 que tiene este dólar diferencial porque no contempla un mecanismo de ajuste al tipo de cambio oficial.
Al lanzarse esta medida, el billete norteamericano formal se ubicaba en los $220. Hoy, luego de que el Banco Central acelerara el ritmo devaluatorio, ya cotiza en los $250. En paralelo, el blue se disparó y se aproxima a los $500.
En resumen, el dólar para las economías regionales está más cerca en su cotización del oficial que del blue, este último usado como referencia por los empresarios.
Para el sector, debería actualizarse un 13% y llevarlo a $340 o $350. “Si no se modifica el valor, dentro de poco nos va a convenir exportar al oficial”, ejemplificó Karaben.
“Si bien sigue siendo un dólar diferencial, si no se realiza una revisión, pronto va a dejar de tener sentido”, acotó Queiroz.
En ese contexto, Klimiuk aseguró que lejos de tener un impacto positivo en la economía, la moneda estadounidense para los productos regionales terminará siendo un paliativo para los costos internos, sin mayores gravitaciones.
“El dólar a $300 lo estamos usando para tratar de mantener y no perder más mercados. Pudimos equilibrarnos un poco, pero es necesario actualizar ese valor para ser competitivos”, concluyó el industrial tealero.