Invitado por la Universidad Nacional de Misiones (UNaM), en el marco de los 40 años de democracia ininterrumpida en el país, y los 50 años de la universidad; visitó ayer las instalaciones de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales Eduardo Longoni, el reportero gráfico que, a través de su cámara supo retratar los momentos más significativos de la historia argentina: la represión en la dictadura cívico militar, el mítico gol de Diego Maradona a los ingleses tras la fatídica guerra de las Malvinas, la lucha de las madres de Plaza de Mayo y un enorme inventario de fotos, que hoy forman parte de la memoria colectiva de los argentinos.
En un conversatorio, en el que participaron activamente alumnos y docentes de la FHyCs, Longoni hizo un repaso sobre su extensa trayectoria y su perspectiva de la fotografía.
“Cuando empecé a fotografiar tenía una leve gimnasia política, con varios compañeros desaparecidos (porque todo lo leve era terrible en esa época), por lo cual la cámara se transformó en una militancia política. Yo entendía por qué fotografiaba. Fotografiaba para poner mi granito de arena contra la dictadura, porque antes lo que no se veía no pasaba”, explicó Longoni bajo la mirada atenta de la sala llena.
Si bien explicó que sus inicios con la cámara fueron por pura casualidad, y que no tuvo más formación técnica que un curso después de terminar la secundaria, destacó como rasgos imprescindibles en un fotógrafo la paciencia y el saber por qué fotografía.
“Siempre me emociona mucho entrar a una universidad porque yo empecé a fotografiar absolutamente de casualidad. Yo quería estudiar historia, que era mi pasión desde la secundaria. Tuve un gran profesor que me enseñó a valorar los documentos y a entender que estudiar historia nos da la posibilidad de no repetir los procesos que a veces nos llevan a retroceder como sociedad”, mencionó haciendo clara referencia a la dictadura militar.
Una dictadura que no solo pudo retratar sino también vivirla en carne propia, como un joven de veintipico, en aquellos años, donde según él “la vida entera era clandestina”.
Fue así que, ante la pregunta de un alumno, explicó que para sacar fotos en esa época más que valentía tenía un poco de inconsciencia. Algo que según él es el rasgo distintivo de todos los fotógrafos.
En ese marco recordó que para tomar la foto de La Tablada (que ayudó a reabrir la causa judicial por los desaparecidos en La Tablada) se metió, casi sin darse cuenta, en una balacera donde por poco recibe un disparo.
Según Longoni, aunque su foto más reconocida sea la de “la mano de Dios”, las fotos de La Tablada son las más importantes de su carrera.
Además del conversatorio abierto, la UNaM pasó el documental “Una Mirada Honesta”: una producción documental dirigida por Roberto Persano y Santiago Nacif sobre los cuarenta años de trayectoria del fotoperiodista Eduardo Longoni.