Entre medidas urgentes para tratar de “enfriar” el dólar y los precios, y reclamos preelectorales de poner más plata en el bolsillo de los ciudadanos, transcurre en los últimos días el torbellino político argentino, que por lo que se ve no terminará ni en las PASO, ni en octubre, ni siquiera a fines de año cuando -con o sin ballotage- asuma el nuevo Gobierno.
Está claro que la situación económica del país pende de un hilo y no admite soluciones mágicas, de forma que los futuros inquilinos de la Casa Rosada, sean del signo que sean, van a tener que desactivar su carga explosiva o al menos correr la línea de la cuenta regresiva. Cosa que, si en algo coinciden todos en un país de grietas, derivará en tiempos difíciles para la gran mayoría.
En esa continua emergencia argentina no sorprende que pasen un poco desapercibidos temas importantes, sobre todo pensando en un largo plazo.
Resulta que no abordar el cambio climático podría costarle a América Latina una quinta parte de su Producto Bruto Interno para fines de siglo, a medida que las inundaciones y los huracanes causan estragos en la región, según un informe de Moody’s Analytics Inc.
Si los Gobiernos de América Latina “no actúan instituyendo medidas y políticas para ayudar a aliviar el deterioro climático, la región sufrirá una destrucción creciente de la capacidad productiva y una carga financiera severa”, escribió Alfredo Coutinho, jefe para América Latina de la consultora Moody’s, en un informe publicado el jueves.
Las simulaciones económicas realizadas por la empresa encontraron que ignorar el cambio climático le costaría a América Latina el 6% de su producto bruto para 2050 y casi el 20% para 2100.
Casi completamente rodeada por océanos, América Latina está particularmente expuesta a eventos climáticos como tormentas e inundaciones severas. Venezuela, Colombia y Brasil serían los mayores afectados en su economía, aunque Argentina perdería hasta casi 13 puntos de su PBI, según el informe.