Dicen que nuestros grandes maestros son nuestros seres más cercanos: padres, hijos, parejas, amigos, y que antes de nacer realizamos un pacto donde cada uno ejerce un papel, siempre con el propósito de llevarnos a ser mejores.
Con esto me refiero a aprender desde la aceptación, comprender y amarnos a nosotros mismos cada vez más. Por esto hay personas de nuestro entorno con las que vamos a chocar o nos va costar tener una buena relación.
¿Con cuántos de tu entorno te llevas bien? Observa, porque aquellas personas con las que no, te están mostrando algo para sanar o también para que pongas límites y puedas hacer lo que tu corazón siente y desea.
Los colores de las personas que vienen a ponernos en situaciones difíciles (por así decirlo), seguramente serán rojo, negro, violeta oscuro, y lo que tendríamos que hacer cuando aparecen para enojarnos, decepcionarnos o victimizarnos es llevar ese color a su lado positivo donde podemos primero que nada mejorar nuestra autoestima, a poner límites y para eso el rojo nos da la fuerza y la decisión.
También tenemos que dejar de querer tener el control y solo podemos controlar lo que tiene que ver con nosotros, lo que los otros hacen o quieren hacer no podemos controlar. Ahí aparece el color verde para aceptar y comprender que el otro es como es, esto evitará muchas decepciones.
Ponernos en situación de víctima habla de querer llamar la atención disminuyéndonos a nosotros mismos (haciéndonos los pobrecitos), que en cierta forma sólo es querer manipular al otro para que termine haciendo o dando lo que nosotros queremos.
Es hora de llevar el azul de la manipulación al violeta de la transformación para conectarnos con nuestro verdadero ser y sentir que es en realidad al único que debemos manipular, amar y controlar. Solo lo podemos hacer con nosotros mismos.
Piensa en esa persona de tu entorno que saca alguna parte fea de vos y observa qué te está mostrando tu maestro para que aprendas. Una vez aprendida la lección desaparecen los conflictos, hacé la prueba, sé tu mejor versión.
¡Feliz Domingo!