Mientras desde el Gobierno se hizo foco, durante la última negociación con el Fondo Monetario, en la modificación de la meta de acumulación de reservas por el impacto de la histórica sequía que afecta al país, desde el organismo multilateral de crédito el énfasis quedó puesto en sostener el sendero de reducción de déficit fiscal y el control del gasto público.
Por eso, el equipo económico no logró que también sea revisada la meta fiscal, cuyo incumplimiento en el primer trimestre del año se da por descontado dado el rojo acumulado en los dos primeros meses del año. El objetivo se mantuvo en 1,9% del PBI para 2023.
Para alcanzarlo, el FMI detalló en el último staff report, el informe de rutina que los técnicos elevan al directorio para su aprobación que fue difundido el último lunes, una serie de políticas discutidas con el Gobierno entre las que sobresale el capítulo del gasto social.
Con un minucioso nivel de detalle, el Fondo Monetario no sólo objetó la reciente moratoria previsional aprobada en el Congreso, sobre la que advirtió la falta de financiamiento, sino que también puso la lupa sobre los planes sociales, particularmente el que consideró el “programa insignia”, el Potenciar Trabajo.
Tras las negociaciones llevadas adelante durante semanas entre Washington y Buenos Aires, el FMI exige que se profundicen los esfuerzos para “focalizar” adecuadamente los beneficios del programa y evitar la superposición de planes para lo cual, mencionó, se está desarrollando una auditoría que contribuya a limitar el beneficio a aquellos que reciben otro tipo de prestaciones sociales.
En ese contexto, destacó la expectativa de que unos 400.000 beneficiarios se incorporen al mercado laboral, lo que también redundaría, eventualmente, en una reducción de las partidas destinadas al plan.
El Potenciar Trabajo es el principal programa de asistencia social que se maneja desde el Ministerio de Desarrollo Social a cargo de Victoria Tolosa Paz, que cuenta con una partida anual prevista en $585.000 millones, lo que equivale a la mitad del presupuesto total que administra la cartera, de unos $1,17 billones.
“Deben continuar los esfuerzos para para fortalecer la focalización del programa social de empleo insignia (Potenciar Trabajo).
Luego de una auditoría reciente, alrededor de 97.000 solicitantes no elegibles fueron suspendidos del programa, mientras que ahora se espera que otros 400.000 beneficiarios vuelvan a ingresar al mercado laboral y que 500.000 se volverán a inscribir en la escuela”, precisó el Fondo.
El tope de ayuda es un “incentivo”
Y agregó, sin medias tintas, el compromiso oficial de poner un tope al total de ayuda social percibida por un mismo beneficiario en un monto máximo equivalente a un salario mínimo.
Es decir, si existiera una superposición de beneficios, a valores de abril, el monto total no debería superar los $80.342 e, idealmente, ubicarse por debajo de esa cifra. Esto, se aclara, como mecanismo de incentivo para ingresar al mundo al trabajo.
“Mientras tanto, luego de una rápida expansión en asistencia social durante la pandemia y los aumentos de precios de los alimentos durante el año pasado, una evaluación integral de programas de apoyo social está identificando el potencial para reducir la superposición de programas, incluso limitando los beneficios de asistencia social totales para aquellos que reciben otras transferencias sociales al nivel o por debajo del salario mínimo, para alentar la entrada al mercado laboral formal”, señaló el Fondo Monetario.
“Descontento social”
Lo curioso de estas definiciones, volcadas en el reporte del FMI, es que en el mismo documento los técnicos advierten sobre los riesgos que corre el cumplimiento del programa dado el posible “descontento social”.
En ese punto, el organismo es incluso más explícito y remarca sin rodeos que será crucial el apoyo político para llevar adelante la implementación del acuerdo.
“Es posible que se requiera un endurecimiento de la política macroeconómica y modificaciones adicionales a las políticas cambiarias para salvaguardar la estabilidad macroeconómica. El apoyo político a las políticas programáticas sigue siendo crítico en el período por delante”, advirtió el Fondo Monetario.
¿Cuánto cobran?
Según la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES), los beneficiarios de Potenciar Trabajo cobrarán sus haberes con aumento antes de Semana Santa.
La suba correspondiente a la liquidación de marzo se acreditará a mes vencido. En tanto, desde el cuarto mes del año, se activarán los nuevos aumentos pactados por el Consejo Nacional del Empleo, la Productividad y el Salario Mínimo, Vital y Móvil.
Los titulares Potenciar Trabajo dependiente del Ministerio de Desarrollo Social verán el impacto de los incrementos definidos para el Salario Mínimo ya que sus haberes dependen de esta suma en un 50%.
Además, los beneficiarios percibirán un bono de $ 17.375 y el monto total a cobrar será de $ 52.125.
Los próximos montos a cobrar tendrán el impacto del salario mínimo: marzo 3%; abril 15,6%, mayo 6% y junio 5%. Los titulares del programa comenzaron a cobrar este miércoles los haberes correspondientes a abril 2023.
En tanto, las siguientes subas quedaron de la siguiente manera: con el salario mínimo de marzo de $ 69.500 el Potenciar Trabajo será de $ 34.750; con el salario mínimo de abril de $ 80.342 el Potenciar Trabajo llegará hasta los $ 42.256; con el salario mínimo de mayo de $ 84.512 el Potencial Trabajo subirá hasta los $ 42.256; y con el salario mínimo de junio a $ 87.987 el Potencial Trabajo llegará hasta los $ 43.993,50.
Las inscripciones al programa Potenciar Trabajo no se encuentran abiertas. Los beneficiarios actuales son aquellos que permanecían bajo las iniciativas “Hacemos Futuro” y “Proyectos Productivos Comunitarios”.
Piquete y chicana
Con más de un centenar de protestas en todo el país, este miércoles fueron interrumpidos cruces de rutas, puentes y avenidas.
Con ollas populares, y con epicentro de las protestas en la Ciudad de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires, la Unidad Piquetera reclamaron “comida para los comedores populares”, ubicados en los barrios más humildes; y “apertura y aumento en el programa Potenciar Trabajo”; un hecho que el gobierno a través de la ministra de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz ya anunció que no se incorporarán más titulares.
Es más, dio de baja a unos 85.000 beneficiarios que no validaron su pertenencia al plan social más importante de su cartera. Los piqueteros también exigen “entrega de herramientas para los emprendimientos productivos”.
Eduardo Belliboni, referente del Polo Obrero, habló ayer de “compromisos incumplidos” y la ministra respondió que ya “atendió sus demandas” y argumentó que: “la discusión de la Unidad Piquetera es política y la tenemos que dar en las urnas, no usando a la gente más pobre de la Argentina”.
“Argentina no crecerá este año”
El Banco Mundial afirmó que la Argentina no crecerá este año y consideró que el país necesita lograr estabilidad macroeconómica para atraer inversiones que permitan un crecimiento económico que baje la pobreza.
La entidad redujo su proyección de crecimiento de la Argentina del 2 al 0% para este año; y fijó una estimación del 2% para 2024. El dato de este año, que se ubica entre la proyección original del 2% del Gobierno y la previsión del -3% de los consultores, es el segundo más bajo de la región, ya que solo supera a Chile (con un pronóstico de una recesión del -0,7%). Además, está por debajo del promedio para la región: 1,4% este año y 2,4% el próximo.
En cambio, la entidad calculó que Brasil crecerá 0,8%, México 1,5%, Uruguay 1,8% y Paraguay 4,8%, entre otros países de la región incluidos en el informe “El potencial de la integración, oportunidades en una economía global cambiante”.
El reporte, previo a la asamblea de primavera del Banco Mundial y el FMI, subraya la importancia de que América latina tenga un mayor intercambio comercial con el resto del mundo para frenar el declive que sufre desde hace una década en materia de exportaciones e inversión extranjera.
El economista jefe de la entidad para América latina, William Maloney, señaló desde Washington que el banco seguirá apoyando a la Argentina con créditos destinados a programas del área social.
“La estabilidad macro es prerrequisito para que aumente el flujo de capitales del exterior y también la actividad económica de los emprendedores. No tenemos un pronóstico, apoyamos el programa con el FMI y esperemos que se garantice la estabilidad macroeconómica”, dijo.
En cuanto a la inflación, el banco destacó que, salvo Venezuela y la Argentina, la reducción ha sido importante entre 2022 y este año, ya que se prevé que se ubique por debajo de otras regiones, con un promedio del 7,4%, frente al 100% que se espera para la Argentina.
Fuente: Agencias y Medios Digitales