Pitágoras de Samos (VI a.C.) fue alumno de Sferécidos, va a Tales y conoce a Anaximandros y a Miletos quien le aconseja ir a Egipto, antes queda con los anacoretas del Monte Carmelo aprendiendo mística y ascética, llega a Tebas y en la Eliópolis recibe la iniciación de 7 años y a los pies de Thot/Hermes aprende el teorema por el cual es conocido, ignorándose que fue él quien nos dio una nueva manera de entender la espiritualidad.
Las palabras matemáticas y filosofía fueron acuñadas por él. Su alta espiritualidad se manifiesta en el Ieros Logos y el Timeo de Platón es exactamente su doctrina filosófica.
Parte de su discurso esotérico:
“… Honra a los padres y familiares más próximos, de los otros hazte amigo a quien sea el mejor. Pronuncia palabras suaves y acciones útiles. No odies al que pueda ser tu amigo por un error, pues la capacidad mora cerca de la necesidad. Domina tus costumbres, lo primero el vientre, el sueño, la lujuria y la cólera. Nunca hagas cosas vergonzosas, ni con otros ni por tu cuenta, pues has de avergonzarte sobre todo ante ti mismo.
Practica la justicia de hechos y palabras y no te acostumbres a obrar insensatamente en ningún caso, ten en mente que la muerte está destinada a todos. Las riquezas amasadas en otro tiempo en el siguiente perecerán.
Cualquier dolor que sufran los mortales por azares divinos, si te corresponde por destino, sopórtalo y no te indignes pues es conveniente aliviarlos en la medida que puedas, pero atento que a los buenos nunca les ha hecho mucho mal la moira. Muchas razones usan los hombres cobardes, que ninguna te dé miedo o te disuadan de actuar por ti mismo.
La mentira que se diga aguántala dulcemente.
Que nadie con palabras o hechos te persuada jamás para hacer o decir aquello que no sea lo mejor, esto cúmplelo siempre.
Piensa antes de obrar para que no se produzca algo necio. Actuar o hablar en forma insensata es propio de un hombre malvado. Lleva a cabo las cosas que no te traerán arrepentimiento. No hagas nada que no entiendas, aprende lo que necesitas y así crecerá tu vida de forma agradable…”. Fte. J. Buhigas.