La creciente ola de violencia y muerte que se abate sobre Rosario tomó un nuevo impulso ayer luego de las amenazas contra el astro argentino Lionel Messi.
El exponencial crecimiento de la delincuencia guarda estrecha relación con el narcotráfico, pero también con la parálisis del Congreso argentino que tanto mal le provoca a la sociedad.
Porque entre las muchas leyes que dejan de abordarse (alquileres, humedales, etc.) figuran también proyectos de ley que ayudarían a morigerar un delito que se cobra vidas a diario.
Entre ellas se destaca uno que apuntala la Justicia federal en Santa Fe, y otro que declara la emergencia en Seguridad en la zona.
Al mismo tiempo, merced a los desacuerdos políticos, las vacancias en la justicia siguen sin suplirse desde hace años, mientras los juzgados y fiscalías siguen siendo los mismos. En cambio, el crimen se organiza cada vez más y mejor, y los resultados están a la vista.
La mala praxis política no solo deja huellas en lo económico, sino que borra la línea entre lo que se debe proteger.