La opción de pescado para consumo resulta una alternativa que vuelve a cobrar protagonismo si se tiene en cuenta la imparable carrera inflacionaria que golpea a otro tipo de carnes. De acuerdo a los datos aportados desde diferentes pescaderías de la capital provincial, el kilo de pescado de río promedia el 60% de aumento interanual. Estiman que puede haber un reajuste del precio, a partir de la cadena de distribución del producto, antes de la Semana Santa que este año será en el inicio de abril.
En una recorrida de PRIMERA EDICIÓN por pescaderías y supermercados, se observó una amplia diferencia de precios y opciones, incluso sobre la misma variedad de pescado y también sobre la conservación y presentación de los mismos para la venta, recordando que es indispensable mantener la cadena de frío del producto.
Marcos Alastuey, propietario de la pescadería ubicada en Tomás Guido y Bustamante, explicó a este medio que “pasó la veda y ahora estamos con la crecida del río. Algunas especies están faltando pero en líneas generales hay muchos filetes despinados, molida, hay variedad de pescados. Por ejemplo, dorado, boga, no se consiguen y hasta el sábalo, está costando encontrar”.
En cuanto a precios, Alastuey destacó que “los filetes sin espinas están a muy buen precio, tanto el de merluza, corvina y pejerrey que están a 1.600 pesos por el momento. Después también hay filet de boga a 2.000 pesos el kg, también sin espinas. Además hay en mitades, sin cabeza ni cola, corvinas despinadas, que no tiene grasa, a 1.800 pesos el kg y el sábalo despinado a 1.300 el kg, entre otras variedades. Además los frutos de mar se están vendiendo muy bien, la gente está consumiendo”.
En cuanto al pescado de mayor precio, “es el salmón rosado, está en 7.800 pesos el kg pero a su vez es el menor precio en plaza porque en otros lugares arranca en 9.000 y llega a 14.000 el kg”.
Con relación a los aumentos, Alastuey dijo: “Los aumentos fuimos tratando de que no impacten tanto en el bolsillo de nuestros clientes porque sino no podríamos vender. De diciembre hasta ahora subimos un 10%. Con el comienzo de la Cuaresma habrá que ver los precios de los distribuidores, eso no depende de nosotros porque el producto nos llega con aumento, al igual que los impuestos, las tasas que debemos pagar, que tienen reajustes”.
“Siempre tratamos de mantener el precio para Semana Santa. Si le tuviera que recomendar a los clientes es que si pueden comprar lo que viene empaquetado, congelado en pescados o frutos de mar, que lo hagan porque vienen con fecha larga de vencimiento, que tomen la precaución y observen que esté bien conservado pero así puede asegurarse que no le faltará ese producto en su mesa y a buen precio”, remató.
En diversos supermercados de la capital provincial también se consiguen pescados de criadero, como surubí, pacú, boga y dorado, con precios que arrancan en los 1.800 pesos y trepan hasta los 5.000, dependiendo de la forma de presentación, que pueden ser enteros, deshuesados, despinados, fileteados o molida. También se consiguen pescados de mar que, dependiendo de la empresa que los comercializa, pueden tener variaciones en sus precios, por lo que habrá que comparar para no pagar de más.