La piel se recupera de las agresiones que recibe durante el día porque cuando uno está relajado, la dermis se regenera más rápido y absorbe mucho mejor los componentes de las cremas.
Mientras dormimos, la respiración es más lenta y la circulación sanguínea se regulariza. Sin embargo, cuando estamos estresados o bien pasamos horas sin dormir se observan en nuestro rostro los signos de cansancio, el color de nuestra piel es cetrina, hay tensiones musculares, ojeras, movimientos lentos.
Entonces amigos, a disfrutar del sueño reparador para vernos mejor.
Es que mientras dormimos, la piel se recupera de los radicales libres, la contaminación ambiental, el estrés y mitiga sobre todo, los signos de envejecimiento.
Cuidado cuando no dormimos bien porque la regeneración celular es menos ventajosa, pues no pudo cumplir sus funciones nocturnas. Es por eso que las cremas de noche están formuladas para actuar durante las horas de descanso.
Es necesario unir los tratamientos cosméticos que están indicadas para tal fin.
Son un complemento ideal para tratamientos antienvejecimiento: cremas con vitamina C, hialurónico como principal activo logra retener el agua en la epidermis logrando una rehidratación profunda, de esta forma aumenta el volumen y el grosor de la piel haciendo que luzca más tersa, radiante y corrigiendo los signos de envejecimiento.
Vayamos a los tips:
Higienizar correctamente la piel con jabones, geles, espumas limpiadoras (según las indicaciones de la cosmetóloga).
Con la piel limpia y las manos también se aplicarán las cremas desde escote, cuello y por último el rostro (previa extracción con espátula seca). A no olvidarse de la crema contorno de ojos.
Una vez a la semana te aconsejo una exfoliación facial en rostro, párpados y labios.
Una vez al mes una limpieza profunda de piel efectuada por una profesional.