Toda iniciativa que tenga como objetivo fomentar el hábito de la lectura y contribuir al proceso de formación de una persona es bienvenida, sobre todo si se trata de jóvenes en edad escolar e inmersos en un contexto de vulnerabilidad económica.
Un grupo de jóvenes decidió poner en marcha un proyecto comunitario que apunta a fundar 27 bibliotecas barriales en los sectores “más precarizados” de Garupá.
“Fui presidente de la biblioteca popular 2 de Abril en Posadas durante dos mandatos. Luego me mudé a Garupá y dejé de formar parte de la comisión directiva. Entonces noté que acá hay solamente dos bibliotecas populares, pero están en la zona céntrica. Como pertenezco a un grupo de jóvenes y adultos que trabajamos en contribuir al barrio, propusimos la idea de sumar bibliotecas a los barrios”, relató a PRIMERA EDICIÓN Soledad Leiva, quien además es estudiante de la Licenciatura en Trabajo Social.
Teniendo en cuenta que “en Garupá hay 27 barrios oficiales” dijo que esperan poder abrir un centro de lectura en cada uno de ellos y además brindar apoyo escolar.
Por supuesto, para emprender este camino el grupo necesitaba una buena cantidad de libros. Fue así que a principio de enero, a través de las redes sociales, Soledad invitó a la comunidad a donar libros que ya no utilice o que simplemente quiera obsequiarlos para contribuir a la causa.
Afortunadamente la respuesta fue inmediata y positiva, porque en primera instancia lograron juntar más de un centenar de ejemplares de distintos géneros. “Además del aporte de los vecinos, hemos recibido una gran dotación de libros que enviaron desde la Cámara de Diputados que nos vino muy bien”, agregó Leiva.
Primera inauguración en Santa Inés
A un mes de haber iniciado la campaña de recolección de libros, el pasado 3 de febrero tuvo lugar la apertura de la primera biblioteca a cielo abierto, ubicada en el barrio El Chogüí de Santa Inés, Garupá.
Allí se brindarán talleres de lectura, apoyo escolar y también se harán préstamos de libros para llevarlos a domicilio.
“Una vecina del barrio que habitualmente da la merienda a los niños en su vivienda, ofreció su patio para que funcione como biblioteca. Ella aportó 100 libros y nosotros sumamos 150, -parte de lo que habíamos recolectado- y así inauguramos el primer espacio con una colección de casi 300 ejemplares”, detalló Soledad Leiva y resaltó que todo el trabajo es comunitario y “hecho a pulmón”.
A su vez, aclaró que hay textos de lectura tanto para niños como para adultos: “Hay libros escolares, manuales, cuentos y novelas, de todo un poco. También se anexaron algunos de inglés o de poemas escritos en ese idioma. Pueden encontrar para todas las edades y áreas de la escuela, hay al menos un tomo por cada curso”.
Respecto a las clases de apoyo escolar, la entrevistada contó que están a cargo de jóvenes estudiantes que están por ingresar a la facultad o están cursando alguna carrera universitaria.
“Ubicamos los libros en algunos estantes y también en ronda sobre las mantas en el pasto. Los chicos llegaron corriendo y cada uno eligió el que le interesaba. Incluso un niño se animó a leer unos párrafos en voz alta”, contó la entrevistada con motivación.
Mencionó que en la inauguración ya hicieron préstamos porque algunos se entusiasmaron con cuentos o historietas que querían seguir leyendo en sus casas. Y por su parte, los padres comenzaron a consultar por las clases de apoyo.
Proyectos a futuro
Leiva anticipó que el objetivo de este año es poner en funcionamiento las 27 bibliotecas que planificaron.
“Vimos una importante necesidad de lectura y apoyo en estos barrios carenciados, por eso la respuesta de la gente fue positiva. Hay que entender que en estos lugares la realidad es otra, no todos los chicos tienen acceso a un celular o a una computadora para buscar información para sus tareas escolares o poder leer un texto. La señal de internet no llega o si llega es ineficiente, y el servicio sale caro. Por eso decidimos comenzar cuanto antes con este proyecto y poder cumplir los objetivos”, explicó la joven.
En este marco, aclaró que uno de los planes que quieren poner en marcha próximamente es fijar “puntos verdes de recolección de libros”: “Así como en Posadas por ejemplo hay puntos de recolección de botellas, esto estaría destinado a recaudar ejemplares de todo tipo, para ampliar las colecciones y poder distribuirlas según la demanda y necesidad de cada sector de Garupá en el que establezcamos bibliotecas”.
A su vez, insistió en que la idea es armar un registro de todos los libros que hay por centro de lectura, de cuántos préstamos se realizan y de cualquier otra información de índole administrativa, para mantener todo lo más organizado posible: “Queremos seguir ayudando a gestionar estos espacios a quienes ofrecen su vivienda como punto de encuentro, no hay que soltarles la mano. Si bien aún no tienen personería ni un carácter oficial, el viernes pasado en Santa Inés se le entregó un acta de inauguración a la señora, para que quede un registro, y de la misma forma procederemos a futuro”.
Toda donación es bienvenida
Soledad Leiva informó que actualmente tiene una cantidad de libros suficiente para abrir al menos dos bibliotecas más. Sin embargo, insistió en que sigue abierta la posibilidad de donar libros, porque es mucha la demanda que deben cubrir en relación al número de barrios.
“Hay escasez de libros y manuales de secundaria porque tienen orientaciones específicas, necesitamos más. Cuentos y novelas tenemos bastante, pero en síntesis todo tipo de texto que quieran donar nos viene bien, porque armamos las colecciones y serán distribuidos a muchos barrios”.
En este punto, la mujer contó que una médica pediatra que actualmente está jubilada, contribuyó con varios tomos de libros de medicina: “Fue un gran aporte, porque esos libros son universitarios y salen muy caros. Pero como no van a usarse en estas bibliotecas, decidimos donarlos a la Escuela de Enfermería, donde probablemente les den un buen uso”.
Quienes estén interesados en donar libros pueden comunicarse al número 3764-624259.