Al estar en piletas o ingresar constantemente al agua, durante la temporada veraniega suelen darse numerosos casos de dolor de oído, tanto en niños como en adultos. Sucede que, por no eliminar correctamente la humedad, la otitis externa puede ocasionar malestar que a veces no es bien tratado.
En comunicación con FM 89.3 Santa María de las Misiones, el jefe del servicio de Otorrinolaringología de los Consultorios Externos del Hospital Madariaga, Mauricio Yankelevich, comentó que “en esta época estival es muy común que los chicos estén más en contacto con el agua”. En relación al oído externo, explicó que “por ahí entra una bacteria que se llama estafilococo y empieza a generar un proceso infeccioso o inflamatorio, que se llama otitis externa de pileta”.
Comentó que “el chico llega con dolor, sordera, molestias, por un proceso que puede ser focalizado a un folículo piloso o directamente hacerse un absceso y se vuelve difuso”. Para evitar esto, el otorrinolaringólogo explicó que “deben mantenerse los protectores auditivos, de goma o silicona”.
Para evitar cualquier tipo de riesgo, recomendó que “al salir, conviene ponerse unas gotas de alcohol boricado y luego usar un secador de pelo, así el alcohol se evapora y el oído queda seco, porque no tiene que quedar humedad en el conducto”.
Yankelevich recordó que existen también pacientes que respiran por la boca y tienen mucosidad, las cuales “pueden irse hacia el oído medio y provocar una otitis media aguda. Esto es un proceso en la mucosa del oído medio (la piel que la reviste), donde se provoca una inflamación por un proceso viral o infeccioso”. Asimismo, indicó que “la mala lactancia puede provocar también una otitis media aguda”.
En este caso, entre los síntomas señaló que “el paciente va a tener dolor, rechazo al alimento, fiebre, un mal estado general y llorará permanentemente. Para aliviarlos, se debe recurrir al otorrino y ver qué medida terapéutica aconseja”.
En cuanto a los tratamientos caseros para calmar el dolor de oído, el doctor aclaró que “estos no sirven para nada; sólo son fantasías hereditarias”.
Otro punto de debate es el uso de cotonetes, donde recordó que “no deben usarse”. A nivel físico, precisó que “hay unas glándulas en el conducto auditivo externo, las ceruminosas, que tienen una función antifúngica y microbiana, además de articular la masticación. Cuando hay una hipersecreción, van al agua y se hidrata el tapón de cera, lo que puede provocar una sordera brusca”.
Para la limpieza, afirmó que “deben venir a un especialista y les damos unas gotas para aflojar el tapón de cera, o se hace una aspiración de oído. Los cotonetes están contraindicados. La gente los utiliza como si fueran nada, cuando están hechos para empujar el tapón de cera hacia adentro”. Asimismo, alertó que hay personas que utilizan objetos para intentar limpiar sus oídos “con el riesgo de perforarse la membrana del tímpano”.
Por otra parte, Mauricio Yankelevich resaltó que existe “una recurrencia de otitis media, que tiene que ver con procesos inflamatorios que a veces están relacionados con un mal tratamiento. Por este motivo, deben recurrir a un especialista, porque un médico clínico no ve estos temas de la misma manera”.