Durante principios del año pasado, la Red Yaguareté alertó por el robo de equipos de investigación, conocidos como cámaras trampa, y vandalización. A través de notas y comunicaciones con el intendente del Parque Nacional Iguazú, nunca se llegó a una respuesta concreta a la iniciativa de la organización por el establecimiento de mayores medidas de seguridad en la zona protegida.
La entidad hizo público el reclamo ya que el PNI “está expuesto a actos vandálicos serios” principalmente en el camino que comprende la ruta nacional 101 hasta el río Iguazú. “Se encuentra en situación de gran vulnerabilidad ya que puede ser fácilmente traspasado”, advierte.
Así, a través de una nota formal presentada en la Delegación Regional Noreste de Parques Nacionales, solicitaron a la máxima autoridad la instalación de un portón de seguridad en el camino antes mencionado. “Ahí se robaron equipos con total impunidad, en una zona donde es habitual la circulación de guardaparques”, alertó la RY. Y agregó que dichos robos serían “algo muy leve comparado a la posibilidad de que algún ‘desequilibrado’ ingrese y decida, por ejemplo, provocar un incendio.
“Hoy puede ingresar cualquiera porque no hay ni portón ni alambrado perimetral, alguien puede ocasionar una tragedia ambiental que dejaría el robo de equipos como una pequeña anécdota”, sostiene la ONG.
En concreto, la red ambientalista y protectora del yaguareté, exige la instalación de portón de hierro reforzado, de al menos dos metros de altura, con candados y tejido con alambres de púa, resguardando 50 metros cada uno, “para impedir o dificultar seriamente el ingreso de cualquier visitante no deseado”, solicita.
Además, pidió la instalación de cámaras de seguridad en el sitio, en la zona de Garganta del Diablo y el camino que lleva hacia el destacamento Apepú, ambas dentro del área protegida. “Es muy preocupante y llamativo que se produzca un hecho vandálico de semejante naturaleza y no haya una cámara para ver quién fue. Con un millón y medio de turistas pagando la entrada al año, esto es un vuelto. No hay excusas para no reforzar la seguridad con tecnología de vanguardia. No puede quedar todo en manos del cuerpo de guardaparques, no da abasto, urge modernizar y garantizar la seguridad para la investigación y para la conservación”, insistió la Red Yaguareté.