Días atrás la historia de un perro que esperó durante días por su dueño en la entrada del Hospital Madariaga rápidamente trascendió en las redes sociales y conmovió a los usuarios.
Gisela Aranda es médica y vive en Posadas. El sábado publicó en su cuenta de Facebook la foto del can comunicando que los guardias del lugar lo vieron llegar el jueves, corriendo tras un automóvil gris, en el que aparentemente estaba siendo trasladado su dueño para ser internado en el nosocomio. Horas después, se supo que esa persona lamentablemente falleció, pero sus familiares decidieron dejar allí a su mascota, desprovista de comida y atención.
La presencia del perro en el lugar llamó la atención de varias almas caritativas que luego le acercaron alimento y agua.
Finalmente, el domingo fue Gisela quien, después de averiguar si nadie había venido a buscarlo, decidió llevárselo y darle tránsito en su hogar hasta que alguna familia esté dispuesta a adoptarlo.
“El domingo al mediodía fui a controlar a un paciente en el hospital. Cuando salí no vi al perro en la entrada, pero a los pocos metros lo encontré debajo de un banquito sobre la avenida López Torres. No lo dudé: lo alcé y lo llevé así hasta mi casa, porque tiene una patita lastimada”, relató Gisela a PRIMERA EDICIÓN.
Luego de bañarlo, alimentarlo y darle un espacio para dormir, ayer llevó al animal al veterinario para tener un diagnóstico certero de su estado de salud. Dijo que “está bien dentro de los términos clínicos”, aunque tiene bajo peso para su tamaño. A
demás, detectaron que padece demodexia, “y tiene unos ganglios que son indicios de leishmaniasis”. En cuanto a la pata lastimada, mencionó que “ahora tiene un muñón, porque aparentemente una herida causada por miasis hizo que pierda la almohadilla”.
“Era conocido por los rescatistas”
Gisela desde hace años rescata animales de manera particular, les garantiza tránsito hasta que se recuperen y los pone en adopción responsable.
Eventualmente toma contacto con grupos de rescatistas para que la ayuden en el proceso de selección del adoptante. Según pudo indagar en los últimos días, este can “tenía tendencia a merodear las calles, y tiempo atrás estuvo bajo la custodia compartida de una señora y otros dueños”.
Luego, “esa dueña lo dio en adopción, aunque nunca especificó a quién. Nosotros suponemos que fue a la persona que falleció en el hospital”, aclaró la entrevistada.
Gran interés por adoptar al “amigo fiel”
La publicación de Gisela Aranda en las redes conmovió a muchas personas y según mencionó, actualmente hay diez personas que quieren integrar a su familia al perrito.
“Quien lo quiera debe cumplir con los requisitos del proceso de adopción, y uno de ellos es residir en Posadas, para que podamos hacer el correspondiente seguimiento”. Por el momento “estoy en tratativas con una persona que probablemente lo adopte, y yo también me haré cargo de parte de su tratamiento, porque es mi compromiso cuando rescato a un animal”, destacó.
Ahora, el perro que reacciona contento cuando Gisela lo llama “Tuki Tuki”, espera a su nueva familia en la comodidad de un hogar, provisto de alimento y cariño. “La foto del otro día habla por sí sola, estaba triste y abandonado, ahora espero que se recupere y comience una nueva vida”, manifestó.