El gobernador del Distrito Federal de Brasilia, Ibaneis Rocha, fue separado de su cargo por el término de 90 días, hasta que se aclaren los sucesos de ayer domingo, cuando miles de manifestantes bolsonaristas tomaron y destruyeron las sedes del Palacio de Planalto, el Supremo Tribunal Federal (STF) y el Congreso nacional de la capital brasileña.
Con el objetivo de llevar a cabo un supuesto “golpe de Estado” contra el electo presidente Lula da Silva, los seguidores del exmandatario Jair Bolsonaro provocaron disturbios y se enfrentaron a la Policía Militar en Brasilia, sin embargo, luego de unas horas se normalizó la situación.
Este lunes, el juez Alexandre de Moraes, integrante del máximo tribunal de Justicia de Brasil, tomó la decisión de apartar a Rocha y también ordenó a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado liberar cualquier tipo de vía o edificio público ocupado por partidarios del expresidente en todo el país, como así también levantar todos los campamentos de bolsonaristas en el país.
El juez respondió a un reclamo de parte de aliados de Lula, basado en que “la escalada violenta” contra la sede de los tres poderes “solo podía ocurrir con la anuencia, y hasta la participación efectiva” de las autoridades competentes por la seguridad pública e inteligencia. De esta forma, De Moraes señaló directamente a Rocha, quien horas antes había pedido disculpas al presidente Lula y a la cúpula de los poderes Legislativo y Judicial por los graves acontecimientos ocurridos en la tarde del domingo.
Mientras continuaban los incidentes, Rocha realizó una publicación en las redes sociales en la que anunció la destitución del secretario de Seguridad del Distrito Federal, Anderson Torres, quien se encuentra en EEUU, al igual que Bolsonaro. Torres fue ministro de Justicia en los dos últimos años del Gobierno de Bolsonaro (2019-2022) y una figura muy cercana del ahora expresidente.
Ayer, luego de los destrozos, donde se detuvo a alrededor de 1.200 personas, el presidente Lula decretó la intervención federal en la seguridad de Brasilia, acusando a los responsables de la policía local por haber liberado la zona.
La acción de ayer fue repudiada por todos los países de la región, EEUU, Europa y Rusia y China, que se produjo justo una semana después de la asunción de Lula.
Asimismo, un grupo de legisladores brasileños comenzó hoy a recabar apoyos para crear una comisión parlamentaria, tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados, que investigue la eventual responsabilidad e implicancia de Bolsonaro en el ataque.
Impulsado por la senadora de Unión Brasil Soraya Thronicke, la Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI) funcionará al estilo del comité en Estados Unidos que durante este último año investigó el grado de responsabilidad del expresidente Donald Trump en el asalto al Capitolio de 2021, informó la agencia de noticias Europa Press.
Fuente: medios digitales e internacionales.
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