Florencia Yaqueline Dieterich se convirtió este año en la única egresada de la Escuela N°97 de Picada Sueca. La niña se mostró feliz por sus logros, pero a la vez se sintió extraña, por no poder compartir con compañeros de grado la finalización de esta etapa.
A partir del año venidero, este establecimiento educativo compartirá el terreno con una Escuela de la Familia Agrícola (EFA), donde la exalumna podrá continuar sus estudios secundarios.
El acto de despedida fue entre un puñado de alumnos y la presencia de los padres, en el patio del establecimiento fundado por Angélica Felisa Schnarbach el 24 de agosto de 1921.
El director, Raúl Ricardo Rabe, manifestó que, por lo general, “en nuestros actos sólo tenemos abanderados de la enseña nacional, no podemos poner para la bandera de Misiones porque no somos suficientes. Se canta el Himno y Misionerita, pero no por ser sencillo es menos emotivo”.
Se hizo cargo de la institución en 2019, cuando su par se acogió a los beneficios de la jubilación. “En ese entonces ya tenía pocos alumnos, 14 en total, y dos docentes”, comentó, quien lleva trabajando treinta años como docente y que siempre tuvo como destino las colonias de Dos Arroyos, Itacaruaré y Almafuerte.
Ante los rumores de cierre debido a la baja matrícula, la comunidad y las maestras hicieron gestiones para que las puertas de esta escuela centenaria continúen abiertas.
“Me ofrecieron hacerme cargo, y en pandemia quedaron cuatro alumnos, a raíz del cambio de domicilio de dos familias más o menos numerosas. Es común que pase eso en las colonias. Este año eran siete de primaria y dos niñas de nivel inicial -sin cargo-, que concurrían dos días a la semana para ir acostumbrándose a la rutina. Para el año 2023 la proyección es bastante distinta porque ya hay 18 estudiantes inscriptos”, manifestó Rabe.
Contó que al término de la pandemia festejaron los cien años de la escuela pero que, debido a la situación reinante, “hicimos algo chiquito, en un espacio abierto y sólo con la gente de la colonia”.
Año nuevo, vecinos nuevos
Según el director, en la zona se percibe un panorama distinto a raíz del desembarco de la EFA. Confió que hace varios años se había ofrecido que el predio, que tiene 25 hectáreas, se usara para un plan un poco más ambicioso. “Hace más de diez años se había hablado para que en ese lugar se construya una EFA, que trabaja con un sistema de alternancia, ya que un colegio secundario común no sería factible por el tema de las distancias. Nos pusimos en contacto con funcionarios que están en el tema, nos dieron el visto bueno y comenzaron a tramitar ante la Unión de Escuelas de las Familias Agrícolas de Misiones (UNEFAM). Finalmente, el proyecto se concretó y el año venidero se comenzará con el cursado del primer año”.
Entiende que, de esta manera, habrá un poco de movimiento y es una noticia alentadora para las familias que viven un poco más alejadas de los grandes centros urbanos. “Como la matrícula había disminuido tanto, había como perdido el sentido la escuela primaria, se hace difícil enseñar en estas condiciones. No se pueden concretar las actividades planificadas y entre ellos ni siquiera pueden realizar juegos, porque son muy pocos. Por eso, esa noticia de la EFA fue recibida con alegría entre las familias que desean que sus hijos continúen el secundario, como es el caso de Florencia. Esta modalidad tiene cuestiones muy positivas, entre ellas que el chico esté todo el día en la escuela, una semana dentro y otra en su casa. Hace trabajos manuales, se le saca del aula, aprende cosas de la chacra, es muy distinta a otra escuela secundaria”, explicó.
De acuerdo a lo relatado por Rabe, Florencia, la niña egresada es de la zona y será alumna de la EFA. “Su familia estaba buscando vacantes en otro lado, porque este proyecto se concretó en noviembre, sobre la hora. Afortunadamente, con este anuncio, tienen resuelto el problema”.
El director de la 97 expresó que “tenemos muchas colonias alrededor y a muchos les gusta este tipo de educación. La intención es que no se vayan de la zona, siempre se hace el esfuerzo para que la gente quede en la colonia, pero es una situación muy difícil. Trabajamos con grados acoplados y es algo que nadie te enseña, vas aprendiendo de la experiencia, sobre la marcha. A mí me tocó de toda la vida. En una ocasión me tocó trabajar solo, pero con 34 alumnos. Eso sí es difícil porque cuando son poquitos le impartís una educación prácticamente personalizada. Pero si tenés 10, 12, 15 se complica porque se agrupan todos los grados, en especial cuando debes explicar temas de matemática como operaciones combinadas, fracciones”.
Sostuvo que “acá hay mucho por hacer. La escuela tiene infraestructura, con la primaria seguiremos utilizando ciertos espacios y los restantes cedemos a la EFA. Durante el verano se trabajará para preparar los dormitorios y demás dependencias porque los chicos se quedarán aquí durante toda la semana”.
El establecimiento está ubicado sobre una chacra completa de 25 hectáreas, y Rabe entiende que los proyectos que se pueden concretar en un lugar así son ilimitados. Al predio lo cruzan dos arroyos con vertientes naturales.
Se puede hacer ganadería, emprendimiento turístico. Mientras tanto, se usaba solo para la escuela, por eso el esfuerzo para que se concretara algo más en el terreno que pertenecía a una pareja que no tuvo hijos, y como no tenía a quien dejar, decidió donar al Estado.
“En la ciudad no tienen idea de estas realidades. Es triste cuando las colonias se van despoblando. Resta darle más empuje porque la mayoría de los productos vienen de Corrientes, de Santa Fe, cuando nosotros podemos hacerlo acá. Necesitamos gente que se dedique un poco más. Quizás con las cosas que se produzcan en esta EFA se pueda participar de la feria franca”, reflexionó Rabe.
Alumnos del Profesorado de Matemática del Instituto Superior Adventista de Misiones (ISAM) de Leandro N. Alem llegaron hasta aquí para concretar un proyecto comunitario mediante arreglos, pintura y limpieza. También realizaron actividades con los chicos que asisten a la escuela.
Agregó que, actualmente, cuesta mucho dinero establecerse en la colonia. “Para sacar un producto necesitas una camioneta, una motoguadaña, una motosierra, un galpón, y de esta manera, a qué pareja joven se puede alentar a que se quede en la chacra”, dijo quien hace cuatro años insiste para lograr la instalación de Internet en la institución.
“Soy el loco acostumbrado a trabajar con manuales. Utilicé el de 2022, pero viene la explicación y el link para ver el video relacionado a ese tema. No tenemos esa posibilidad. No puedo mandar a investigar, a ampliar el panorama, estamos limitados. Mi hijo es profesor de matemáticas y me muestra todas las novedades, juegos, que hay en el área para alentar a los chicos a que estudien. Y nosotros estamos coartados por la falta de conexión”, se quejó.