Las tres acciones más importantes que debes emprender son elevar tu frecuencia vibracional, sostenerte en tu única visión y practicar el desapego.
Sin embargo, existe un ingrediente más, que ahora analizaremos a detalle, y que para mí es fundamental.
Este ingrediente es la libertad. Si te dijera qué fue lo que más me empoderó, afirmaría que fue mi libertad.
He tenido que luchar a brazo partido por ella. Como sabes, cuando llegas a este plano físico de tercera dimensión, la manipulación, el control y muchas otras cosas impiden la libre manifestación de tu ser.
Y esto ocurre al interior de casi todos los hogares. Recién ahora los padres están aprendiendo a darle libertad a sus hijos. Hasta hace muy poco, el común denominador de todas las familias era ser dirigidas por adultos que coartaban la libertad de los menores bajo el argumento de que sólo así se convertirían en buenas personas.
Normalmente, en tu afán por obtener el objeto de tu amor, sea éste una persona, un lugar o una cosa material, puedes imprimir en ese proceso energías negativas. Estas hacen que tu camino hacia el «lo quiero, lo tengo», se vuelva casi imposible de transitar, aún siendo ya seas uno de mis estudiantes.
Puedes imprimir ansiedad, frustración y desengaño, aún sabiendo la importancia de mantenerte en tu única visión, cultivar el desapego y elevar tu frecuencia vibracional. Recuerda que ocurren muchas cosas entre tu pedido y su manifestación. Por más que no sean cosas de tu agrado, acéptalas con alegría.
Acéptalas y ponte feliz, porque son signos inequívocos del movimiento de la energía y materia que están a tu alrededor. Ya están modificándose.
Si no tienes en cuenta que entre tu pedido y su manifestación transcurre tiempo, y que en ese tiempo suceden cosas, puedes dar pie a la aparición de mucha energía negativa.