El presunto autor del intento de asesinar a una integrante de la Comisaría de la Mujer de Puerto Rico el miércoles por la noche, será indagado hoy ante el juez de Instrucción 1, Leonardo Manuel Balanda Gómez y el fiscal Héctor Simon.
El joven de 29 años que protagonizó un episodio de extrema violencia contra sus padres y una policía, cargó combustible en el automóvil que le robó también a sus progenitores y se fue sin pagar. Luego se dio a la fuga por varias rutas hasta ser atrapado en Oberá la madrugada del jueves. Podrá brindar su coartada defensiva esta mañana, o ampararse en su derecho de abstenerse a declarar.
Lo que no podrá esquivar es la imputación provisoria por el delito de “homicidio agravado en grado de tentativa y hurto” y continuar detenido.
En cuanto a la víctima, integrante de la Comisaría de la Mujer de la Unidad Regional IV, Vanesa Soledad Medina, continuará su evolución en su casa de Puerto Rico, ya que ayer fue dada de alta y se recupera de las lesiones en el cuello y brazos que sufrió por los machetazos del joven ahora detenido.
Tanto la suboficial lesionada como sus compañeras de guardia, podrán dar su versión de lo sucedido a partir de la semana próxima. Se descarta al respecto que el sospechoso recupere la libertad en este lapso, principalmente porque resta prueba por analizarse e informar al sumario de actuaciones y al expediente.
Por lo pronto deberá defenderse de las primeras voces y denuncias en su contra.
La primera, por el ataque violento a sus padres para quitarles las llaves del automóvil en su vivienda en Garuhapé. Este incidente fue alertado por una de las policías de la Comisaría de la Mujer de Puerto Rico que alquila un departamento en el mismo predio.
Extremo
Según se conjetura, tras la intervención de esta joven el violento quiso buscar desquite y, como sabía donde trabajaba, al conseguir las llaves del Fiat Siena de sus padres decidió viajar a Puerto Rico y atacarla.
Cerca de la medianoche irrumpió en la dependencia policial pero se habría equivocado de policía y atacó a Medina con un machete.
La cabo primero se defendió como pudo con los brazos y sufrió cortes en ambas extremidades y en el cuello. Sus compañeras de guardia lograron rescatarla y se encerraron en un baño, mientras el agresor se daba a la fuga.
Parte de su intento por lograr impunidad en la huida comprendió otro delito más, llenó el tanque del Fiat Siena gris en la estación de servicio Shell sobre la ruta nacional 12 y se fue sin pagar a toda velocidad.
El escape se truncó dos horas después y tras atravesar las localidades de Ruiz de Montoya y Aristóbulo del Valle por las rutas provinciales 223 y 7.
Luego ingresó a la ruta nacional 14 y en jurisdicción de Oberá, el cerrojo de patrullas y efectivos de la Unidad Regional II no le dio chance más que a frenar y entregarse a salvo.