Las tres Cámaras industriales que agrupan a las empresas lácteas y la Cámara Argentina del Maní emitieron sendos comunicados en los que se sumaron a los cuestionamientos que ha generado la puesta en marcha de la segunda etapa del Programa de Incremento Exportador (PIE), con un “dólar soja” de $230.
En primer término, el Centro de la Industria Lechera (CIL), la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas Lácteas (APYMEL) y la Junta Intercooperativa de Productores de Leche (JIPL), expresaron en un documento en conjunto su “profunda preocupación por los efectos negativos que tendrá sobre toda la cadena el reciente restablecimiento del Programa de Incremento Exportador, más conocido como ‘dólar soja’”.
La industria láctea considera que la primera versión del PIE demostró que esta medida genera un impacto alcista sobre la cotización de la oleaginosa que se utiliza en los tambos como materia prima de alimentación, pero también sobre el maíz y la mayoría de los subproductos. Las cámaras lácteas opinan que “la medida adoptada agrega un ingrediente más en detrimento de la alicaída rentabilidad de la cadena, y por lógica en los niveles productivos proyectados”.
Además, subrayan que esto ocurre justo en el momento en el que varias industrias asociadas están participando del programa “Precios Justos”, que impone un tope de aumento del 4% mensual para los productos incluidos, por lo que es imposible trasladar el aumento de costos que acarreará el nuevo “dólar soja”.
A eso se suma el impacto del clima: “La persistente sequía invernal, que obligó a consumir anticipadamente las reservas forrajeras y a aumentar las compras de alimentos fuera del establecimiento en el intento de sostener los niveles de producción, pero incrementando los costos, fue seguida por una primavera sin mayores lluvias”, señalan las cámaras lácteas.
Y completan: “Los daños ya reportados y los previstos en los principales cultivos preanuncian un escenario 2023 con reservas más escasas, de menor calidad y a mayores costos, todo lo cual condiciona a la industria para mejorar aún más el precio al productor para intentar cubrir esos costos, a fin de sostenerlos en la actividad y evitar una caída más marcada en la oferta futura”.
Para el CIL, APYMEL y la JIPL, está en riesgo la generación de materia prima en los próximos meses y en todos los perfiles de tambo, especialmente en los pequeños y medianos productores; y por eso reclaman “acciones concretas tendientes a aliviar la difícil situación por la que atraviesa la producción primaria de leche, agravada por el relanzamiento del ‘dólar soja’”.
También el maní
La Cámara Argentina del Maní (CAM) dijo en un comunicado que “también necesita un incentivo para sus exportaciones”, a la vez que volvió a reclamarle al Gobierno que elimine las retenciones para esta cadena y que cumpla las promesas de políticas de promoción para las economías regionales.
Aseguran que el sector viene sufriendo una fuerte pérdida de competitividad y rentabilidad, a raíz de la aplicación de derechos de exportación; “un impuesto que no existe en otros países proveedores de este alimento”, y que pone en desventaja a Argentina frente a otros orígenes, al punto de estar perdiendo mercados.