Cuánto valió aquel triunfo de visitante para Guaraní Antonio Franco. Es que en la revancha frente Victoria cayó por 1-0, en Villa Sarita, pero avanzó a los cuartos de final del Torneo Regional Federal Amateur sólo por el 2-0 que consiguió una semana atrás en Curuzú Cuatiá.
No fue un buen partido de los misioneros y puede que haya sido el peor de la temporada. La Franja estuvo lejos del nivel que venía mostrando y sufrió ante un rival que se llevó una buena victoria porque fue oportuno y supo aprovechar al máximo las pocas situaciones que tuvo. Aquel triunfo fuera de casa terminó siendo clave y el resultado fue un llamado de atención para el equipo de Marczuk que ahora tendrá como rival a La Picada.
El partido arrancó de manera incidentada para el conjunto de Villa Sarita. Es que, al minuto de juego, Cristian Barinaga, que ya se había perdido el partido de ida, saltó a disputar un balón y cayó al suelo. Inmediatamente pidió el cambió y en su lugar tuvo que ingresar Alan Almirón.
La dinámica de ambos elencos en los instantes iniciales hacía suponer un partido con muchas emociones, pero el trámite del mismo estuvo lejos de eso. Después de los 10, las acciones pasaron más por mitad de cancha que cerca de los arcos.
A los 19 llegó la primera aproximación de La Franja, con un tiro de esquina de Pablo Motta, que casi mete un gol olímpico. La pelota pegó en el travesaño, le volvió a caer a los locales y terminó con un disparo de Kevin Klyniauk que dio en el techo del arco.
A la V Azulada le costó encontrar espacios, pero aun así en una de las pocas llegadas que tuvo, generó peligro. Primero con un disparo de Carlos García y luego con un remate de Federico Cóceres, ambos bien contenidos por el arquero Bachke.
La segunda parte fue similar a la primera en cuánto a intensidad, pero a los 7´ Victoria aprovechó una desatención del local y marcó para cambiar los planes de La Franja. Mansilla tiró un centro, Gómez conectó de cabeza y Bachke atajó. Pero la pelota quedó boyando, nadie despejó y Carlos García estuvo atento para marcar.
El gol le tocó el orgullo al conjunto de Marczuk y adelantó sus líneas buscando la igualdad, pero tuvo poca claridad en ataque. Aun así, se las arregló para tener dos buenas situaciones. Primero avisó con un frentazo de Domínguez, de pique al suelo, que pasó apenas por encima del travesaño; y luego con un tiro libre de Motta, que se fue por arriba.
Sin embargo, la más clara fue un remate de media distancia de “Tarrito” Pérez, que tomó la pelota de volea y parecía que tenía desino de red, pero Quijano metió manotazo salvador.
Con más ganas que juego, Guaraní pisó el acelerador en los minutos finales y ganó metros en terreno rival, pero otra vez la falta de claridad y oficio le jugaron una mala pasada. Ni las modificaciones y ni el cambio de aire ayudaron a un desconocido equipo local.
Para colmo, en el epílogo tocó sufrir porque los correntinos, ante la necesidad, fueron por todo y pisaron con mucho peligro el terreno franjeado. Generaron al menos dos chances claras para marcar y no terminaron en gol solo por la falta de puntería o la intervención de Bachke.
Finalmente no hubo tiempo para más y el pasaporte quedó en manos de Guaraní que, pese a avanzar, se va con un sabor agridulce de saber que no pudo desplegar su mejor versión. Tendrá una semana para corregir detalles antes de enfrentar a La Picada por el pase a semifinales.