El Gobierno busca sumar a las petroleras al acuerdo de Precios Justos para ponerle un tope a los aumentos de los combustibles. Según aseguran desde el Ministerio de Economía, el plan incluiría un techo de incremento de 4% por mes para las naftas y un compromiso para reducir ese ritmo de suba dentro de cuatro meses.
El Poder Ejecutivo planea reunir este lunes a las cuatro principales empresas distribuidoras de naftas (YPF, Shell, Axion y Puma) para sumarlos a ese esquema de control de precios que rige desde las últimas semanas para más de 1.500 bienes de consumo masivo.
Si bien fuentes oficiales y del sector confirman que la iniciativa está cerrada y que será formalizada hoy, de las firmas que estarán involucradas en la medida, sólo una confirmó a los medios nacionales que formará parte del acuerdo.
El ministro de Economía Sergio Massa encabezaría la reunión con las empresas que se sumarán a Precios Justos, en un encuentro del que también participarán el secretario de Comercio Matías Tombolini y la de Energía Flavia Royón.
Con esta medida el Gobierno espera eliminar uno de los factores más relevantes de aumentos de costos en medio de una fuerte inercia inflacionaria, como es la actualización de los precios de los combustibles, que derraman en toda la estructura de valor de bienes y servicios.
De todas formas, en el último año la nafta aumentó un 60,5%, por detrás del ritmo inflacionario, según datos de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines (CECHA).
El Gobierno lanzó hace dos semanas el nuevo programa Precios Justos, una canasta de más de 1.800 productos que mantendrán fijos sus precios por cuatro meses y un tope de 4% para los aumentos del resto de los productos que estarán disponibles en unos 2.500 comercios (entre grandes supermercados, mayoristas y cadenas más chicas). Desde el Gobierno buscan bajar las expectativas de que el nuevo acuerdo de precios verá rápidamente reflejado en una baja en los índices mensuales del IPC, donde el rubro de alimentos tiene una ponderación cercana al 30%.
Desde la Secretaría de Comercio tienen definido un esquema para el trabajo de monitoreo y fiscalización para que ese acuerdo se cumpla. Un equipo de 15 personas se reúne todas las mañanas a partir de las 9 para monitorear la información de precios que reciben de las empresas de consumo masivo -las listas que llegan a los supermercados- y chequean que no haya suba por encima del 4% mensual en comparación con el promedio de precios de octubre.
Argentina: un mercado fuertes con disparidad de precios
El litro de nafta súper de YPF en las estaciones de servicio de la Ciudad de Buenos Aires se ubica ahora en $145,10, mientras que la nafta premium trepó a un rango cercano a los $177. El diésel súper pasará a $155,90 y el premium a $212,40.
Las estaciones de servicio de YPF en Buenos Aires poseen los precios más bajos del país, con la excepción de la Patagonia. En el resto de las petroleras, como así también en otras plazas (desde el conurbano hasta el interior), los valores son superiores.
En una comparación interanual, los combustibles subieron menos que el pan francés, el aceite, el vino común, un jabón de tocador o prendas de vestir, según datos que maneja la industria.
Durante este año, los combustibles aumentaron en febrero, marzo, mayo, octubre y noviembre.
Los valores de las otras petroleras (las marcas Shell, Axion y Puma) superan a los de YPF, y también se disparan en el interior, con diferencias de hasta 20% con respecto a Buenos Aires.
En el Gobierno entienden que los precios de los combustibles en Argentina están más baratos que en países limítrofes.
La nafta súper llegará en noviembre a despacharse a un dólar al tipo de cambio oficial y menos de 50 centavos si se utiliza de los dólares en operaciones bursátiles.
En los últimos 30 años, el litro de nafta se ubicó cercano al dólar durante la mayor parte del tiempo. En Brasil, se está vendiendo por debajo del dólar, al igual que en Colombia. En el resto de Sudamérica, llenar el tanque es más caro que en Argentina.
El contexto internacional el barril de petróleo crudo subió tras la invasión rusa a Ucrania, cuando superó los US$100.
Pero luego descendió hacia una zona de US$ 80. Como respuesta, los principales países productores (reunidos en OPEP +) decidieron restringir la producción, con el objetivo de volver a alcanzar una cotización de US$ 100. Lo lograron por un tiempo, pero ahora la cotización del Brent volvió a caer y se ubica en una zona de 85 dólares.