Una niña de tres años falleció este lunes poco después de que un móvil policial la trasladara desde el Centro de Atención Primaria de la Salud (CAPS) de El Alcázar al hospital de Montecarlo con un cuadro de dificultad respiratoria. Según confirmó el papá de la niña, Antonio Emanuel Alvez Da Silva a PRIMERA EDICIÓN, en el CAPS intentaron ponerle la máscara de oxígeno pero todos los tubos estaban vacíos.
“Mi nena comenzó a sentirse mal el viernes por lo que la llevé ese día al CAPS para que la viera el médico. Tenía una tos seca y le dolía el pecho de tanto toser. Ahí le dieron medicamentos (loratadina e ibuprofeno) y el médico me dijo que si no se mejoraba tenía que llevarla el lunes. Por eso, este lunes la volví a llevar porque seguía con mucha tos y le dolía mucho la panza, pero el médico había salido para atender una urgencia, a unos accidentados en el barrio Obrero. El cuerpo de mi hija estaba frío y le pregunté a la enfermera si podía verla la médica para que autorizara su derivación al hospital de Montecarlo o Eldorado… pero me dijo que la médica no podía atenderla porque perdería el colectivo. Entonces, me quedé con mi hija en el CAPS hasta que volvió el Dr. Eduardo Vázquez. Incluso tuvimos que esperar que atendiera a los otros pacientes que estaban antes porque consideraban que no era una urgencia, finalmente la vio y le recetó azitromicina, ambroxol, betametasona e ibuprofeno”, contó.
Desenlace fatal
“Volvimos a casa y le empecé a dar todos los medicamentos que me indicó pero un par de horas después comenzó a convulsionar, su cuerpo estaba muy frío y no podía respirar. Cerca de las 16 volvimos al CAPS donde la doctora de turno quiso ponerle oxígeno pero todos los tubos estaban vacíos… si hubieran tenido oxígeno mi hija no iba a estar hoy en un cajón, sino internada en el hospital de Eldorado o Montecarlo”, contó su papá.
Según recordó, él estaba junto a su hija cuando vio los intentos del personal de ponerle oxígeno “ninguna de las máquinas funcionaba porque no tenían gas. La puerta estaba abierta así que todos los que estaban en el CAPS fueron testigos de lo que sucedió. Cuando vinieron a buscarla los policías, también nos dieron un motorcito para darle oxígeno durante el viaje pero también estaba vacío”, señaló Antonio que vive de su trabajo como tarefero y changarín.
Llegó al hospital en pésimo estado. Antonio recordó que a su pequeña, que el primer día de noviembre cumplió tres años, le costaba respirar y estaba azul el lunes por la tarde.
“Como no estaba la ambulancia en El Alcázar, la llevamos en un móvil de la policía al hospital de Montecarlo, durante todo el camino la enfermera le hizo Respiración Cardio Pulmonar (RCP), pero cuando llegamos le salía espuma por la boca, estaba toda vomitada y su boca estaba azul. Cuando la vieron, los médicos no me dieron esperanzas porque ya hacía demasiado tiempo que le faltaba oxígeno.
“Mi nena se llamaba Priscila Marisol y era mi única hija. Ella era sanita, casi nunca se enfermaba, era muy buenita y nada ‘mañera’. Eso sí, le quería agarrar tos seca cuando cambiaba el clima”, recordó.
Consultado sobre si el personal del CAPS intentó contactar a la familia luego de la muerte de Priscila, su papá señaló que “nadie del CAPS dio la cara ante mi familia porque no tenían oxígeno. El doctor Vázquez me mandó un mensaje con su pésame y nos enviaron alimentos para ayudarnos”.
Desde el CAPS aseguran que recibió oxígeno
El acta firmada por el responsable del CAPS, el médico Eduardo Vázquez, no menciona que Priscila fue atendida el viernes 11 y sólo menciona las dos atenciones que el CAPS realizó a la paciente el día que falleció.
El médico asegura que el lunes por la tarde, según la enfermera que la recibió, la niña “se encontraba somnolienta pero con respuesta al estímulo, inclusive al habla” y la doctora la encuentra con cianosis perioral, palidez y frialdad, no respondía al llamado ni estímulos dolorosos, a la auscultación pulmonar se escuchaba mínima entrada de aire bilateral, no se percibían pulsos periféricos ni ruidos cardíacos”.
Traslado “con oxígenopermanente”
Entonces, tras siete minutos de RCP “recupera latidos, pulso, apertura espontánea de ojos y desaparece cianosis”. Se decide su traslado a un centro de mayor complejidad y antes “se coloca oxígeno y luego de unos cinco minutos pierde el conocimiento de nuevo, sin latido ni pulso, y se inicia RCP”.
Según el responsable del CAPS, cuando vuelve a estabilizarse la niña fue trasladada “con oxígeno permanente”. Ya en Montecarlo, “se le coloca la vía, se la aspira y se la traslada al hospital SAMIC acompañada por la médica de guardia”.