Las plantas aromáticas se han utilizado con fines terapéuticos, religiosos, cosméticos, nutricionales y estéticos desde la antigüedad y prácticamente no existe civilización que no se encuentre familiarizada con su uso.
Actualmente, se tienen identificadas miles de plantas aromáticas, que han sido clasificadas de acuerdo a sus ingredientes básicos.
Estas, además de su uso terapéutico, también son muy utilizadas debido a su incomparable belleza, para decorar jardines y hogares de todo el mundo.
Otra particularidad de este tipo de plantas es que son muy fáciles de cultivar. En este artículo te decimos los detalles más importantes que debes tener en cuenta para hacer crecer en tu hogar las plantas aromáticas de tu predilección.
¿Qué son las plantas aromáticas?
Las plantas aromáticas son aquellas que, como su nombre lo indica, producen y exudan sustancias aromáticas, muy aprovechadas para la fabricación de esencias, cosméticos, productos de cocina y en las industrias alimenticia, farmacéutica y de licores.
Muchas plantas aromáticas son especies de las familias Lauraceae, Umbelliferae, Myrtaceae y Labiatae, y su historia se encuentra íntimamente ligada a la de las plantas medicinales y al uso culinario.
Generalmente, son de las plantas más fáciles de cultivar, ya que requieren de pocos cuidados y mantenimiento, y su reproducción es sencilla.
Asimismo, hay muchas especies que no requieren de mucho espacio y pueden cultivarse fácilmente en el jardín o en macetas, dentro del hogar. Algunas, como la albahaca y el romero, pueden, incluso, crecer con facilidad en recipientes con agua.
Por su tiempo de vida, las plantas aromáticas se clasifican de la siguiente forma:
• Plantas aromáticas anuales: duran tan solo una estación (cebollino, albahaca, eneldo).
• Plantas aromáticas bianuales: duran tan solo un par de estaciones. Dan hojas durante el primer año y en el segundo florecen, dan semillas y mueren (perejil).
• Plantas aromáticas perennes: viven varios años y la mayoría suelen ser arbustivas, leñosas o no leñosas (la lavanda, la salvia, la menta o el romero).
¿Cómo se siembran desde semilla?
La siembra desde semilla tiene varias ventajas, entre ellas que suele ser más económica y también las plantas que crecen están más adaptadas al entorno y por lo tanto son más fuertes.
Mezcla la tierra con sustrato en caso de hacerlo directamente en el suelo. Si lo haces en maceta o semillero, procura rellenarlo con sustrato de forma generosa.
Coloca las semillas en la superficie de la tierra y del sustrato. Cúbrelas ligeramente con tierra y sustrato.
No las entierres en exceso. Humedece la tierra. Pon una señal para identificar lo que acabas de sembrar para poder distinguirlo cuando germine.
Entre las principales necesidades de las hierbas y plantas aromáticas podemos encontrar:
• Necesidades de luz. La mayoría prefieren el pleno sol o la luz del sol indirecta. Algunas plantas aromáticas anuales prefieren la sombra o semisombra. Si la luz solar es muy intensa en tu jardín, puedes colocar mallas para generar sombra, así como adicionar a la tierra un poco de hojarasca o humus de lombriz para que mantenga por más tiempo la humedad del suelo. Esto mantendrá a tus plantas bien hidratadas durante los días más calurosos.
• Necesidades de agua. Es necesario tener un buen drenaje en la tierra para evitar encharcamientos, ya que algunas especies pueden sufrir de asfixia radicular y son más propensas a sufrir enfermedades. La mayoría de las plantas aromáticas anuales prefieren los suelos bien hidratados, sin llegar a encharcarse, mientras que las plantas aromáticas perennes son un poco más resistentes a los riegos espaciados.
Al regar, de preferencia, evita regar las hojas. Procura sólo humedecer la tierra para evitar la aparición de hongos u otras enfermedades.
En algunos casos se recomienda el riego por goteo. Asimismo, asegúrate de que las hojas, sobre todo de las variedades arbustivas, mantengan una buena ventilación.
Si cultivas en macetas, asegúrate que éstas también cuenten con un buen sistema de drenaje.
Plantas aromáticas muy exigentes con el agua: La menta, el cilantro, el perejil y la albahaca.
Plantas aromáticas poco exigentes con el agua: la salvia, la lavanda, el tomillo, el romero.
Muchas plantas aromáticas prefieren los climas cálidos, siempre y cuando se encuentren bien regadas. Asimismo, debemos protegerlas del viento y las heladas.
En zonas de climas muy fríos, se deben cultivar en interiores muy bien iluminados y en viveros protegidos. Se debe evitar utilizar calefacción.
A la hora de cultivar
No debemos mezclar las plantas anuales y bianuales con las perennes, ya que requieren diferentes grados de humedad en el sustrato y de cantidad de horas de sol.
En aquellas variedades arbustivas se vuelve necesario, con el paso de los años, hacer un trasplante a recipientes más grandes para permitirles un buen desarrollo y no limitar su crecimiento.
Es recomendable podarlas cada año, al final de la temporada de floración, de modo que esto ayude a revitalizarlas y evitar que se vuelvan muy leñosas. Se deben eliminar las flores marchitas.
Intenta no podar o cosechar más de un tercio de la planta, puesto que implicará un menor crecimiento de la misma.
En cualquier caso, cosechar las plantas aromáticas conlleva a que tengan un mayor crecimiento. Por ello, la poda es muy importante.
Es sabido que las plantas aromáticas son de fácil reproducción por esquejes. Por ello, simplemente corta un tallo e intenta aumentar el número de plantas aromáticas que tienes en tu jardín o en tu huerto.