Casi el 80% de los jóvenes entre 18 y 25 años manifiesta algún deseo de dejar el país y probar suerte en otro lado, en medio de la crisis económica. Es que aunque la salida de la pandemia mejoró el bienestar emocional, un 50% se despierta con poca energía, y según revelan en las ciudades más pequeñas se vive mejor.
Casi la mitad de quienes habitan una ciudad grande están pensando en mudarse a una más pequeña, especialmente en el interior del país. Y por primera vez en años, una mayoría tiene una percepción más positiva del mercado que del Estado, de la mano de la insatisfacción por la calidad de los servicios.
Estos son algunos de los hallazgos de la encuesta más reciente realizada por la Fundación Colsecor, una organización no gubernamental que nació en abril del 2018 como una herramienta para la integración y el fortalecimiento del sector cooperativo, especialmente en el interior del país.
Desde 2020, esta institución realiza anualmente un estudio denominado “Medición de calidad de vida en pueblos y ciudades de Argentina” que indaga sobre varios indicadores relacionados al bienestar en la vida cotidiana y la satisfacción con el lugar donde se habita.
La encuesta de este año se realizó entre el 13 y 19 de julio pasados sobre 1.400 casos reales en todo el país, mediante encuestas digitales, estratificada y se calibró la muestra según parámetros censales de sexo, edad y tamaño de ciudad.
Así, las respuestas obtenidas sobre aspectos como calidad de vida, bienestar personal, satisfacción con la vida en su localidad, migración, confianza social, el futuro, visión del Estado y el mercado o participación comunitaria se dividen para comprar las ciudades grandes (con más de 100.000 habitantes) medianas (entre 35 y 100.000), chicas (entre 35.000 y 10.000) y los denominados “pueblos” (menos de 10.000 habitantes).
Los mejores países para emigrar
Noruega: es el primero en encabezar esta lista de mejores países ya que tiene prácticamente todo a su favor. Desde el sistema de salud hasta la esperanza de vida de los habitantes (82.4 años) y el mayor ingreso per cápita, todo reconocido y aplaudido por la ONU, ya que en el Índice de Desarrollo Humano ocupa el primer lugar a nivel mundial.
Australia: una de las cosas que más destacan es su calidad de vida en comparación a otros países. Está considerado como uno de los mejores países del mundo para vivir. Su amplia educación de calidad, su seguridad y sanidad, su economía fuerte, hace que los salarios sean muy buenos.
Canadá: es un país con alta calidad de educación, bajísima tasa de violencia y, sobre todo, las mejores políticas de inmigración que impulsan la entrada de gente joven en busca de un mejor futuro.
Nueva Zelanda: vas a vivir una aventura de película, es uno de los destinos ideales para estudiar inglés o trabajar con una Working Holiday Visa, aunque atención que el costo de vida e impuestos es bastante alto!!!
Mitos y verdades de la emigración
Deseo de emigrar:
El 78% de los jóvenes, sin importar en qué ciudad viven, se quieren ir del país. El índice se incrementó un 18% respecto del año pasado y es más fuerte entre quienes cursan o completaron la universidad. Pero no son los únicos. El deseo de probar suerte en otro lugar del mundo llega al 52% de los encuestados, sin importar edad ni estrato social.
El cansancio pega fuerte:
El 50% de los argentinos se levanta a la mañana ya con una sensación de poca energía, una secuela de la pandemia que agrava la crisis económica. Se detectaron estados individuales menos graves (menos soledad, menos percepción de tristeza y depresión), pero menos vitalidad y energía, especialmente en las ciudades grandes. Tiene que ver con la incertidumbre y la acumulación de “estrés”: la incertidumbre económica, la inflación que afecta ingresos. Por ejemplo hay dos indicadores: hubo un menor acceso al crédito (36% contra el 46% del año pasado) y se potenciaron estrategias para combatir la inflación, como consumir menos y recorrer más buscando ofertas, todas situaciones que generan inquietud.
En las ciudades medianas y pequeñas se vive mejor…
La encuesta revela que una mayoría declaró -64%- que disfruta de la vida, pero con una leve caída comparada al 2021. Hay más disfrute en localidades menores, y esto tiene que ver con que a menor escala y mayor cercanía pareciera haber mayor resiliencia a los problemas actuales. Todo pareciera ser un poco peor en las grandes ciudades, hay diferencia de entre 6 y hasta 14 puntos en cada indicador de bienestar: el descontento con las instituciones, la inseguridad, el malestar por las protestas, el deseo de emigrar, es siempre mayor en las ciudades más grandes. Por eso se revierte la tendencia histórica y por tercer año es más la gente que busca ir de lo grande a lo pequeño. Hay más voluntad de ir a lo grande que a lo chico.
El 55% de quienes viven en grandes urbes se mudaría a una localidad más pequeña, mientras sólo el 38% de quienes viven en localidades medianas y pequeñas se iría a una más grande. Quizás la mayor valoración de los problemas ambientales influya también en esto: el 54% de quienes viven en ciudades chicas está satisfecho con la atención de sus vecinos en este tema, mientras en las grandes ciudades es apenas superior al 40%.
Pero vivir lejos de los grandes centros urbanos tiene desventajas:
Las ciudades grandes mantienen ventajas en situaciones como variedad de oferta de atención médica, educativa en todos los niveles y alternativas de consumo cultural. Sólo el 36% de quienes viven en pequeñas localidades sintió algún grado de satisfacción con la diversidad de especialidades de salud, mientras que el 39% se mostró satisfecho con la oferta en educación superior en su pueblo.
Insatisfacción con los servicios:
Cuando se comparan los indicadores de servicios educativos, de salud y de transporte, “se evidencia una caída significativa en la percepción de satisfacción con la vuelta a la presencialidad” sostiene el informe. Sólo un 48% se mostró satisfecho con la provisión de servicios en 2022, contra un 63% en 2020. Y un 54% contra un 44% entre ciudades grandes y las medianas o pequeñas.