Algo que me entusiasma bastante cuando hablo de la pintura al óleo es recordar las grandes posibilidades y ventajas que tiene sobre muchos otros tipos de pinturas.
El óleo se esparce suavemente sobre la superficie haciendo del pintar un momento verdaderamente relajante pues no tenemos en mente la angustia que se generaría si la pintura se secara rápidamente. Es como si el tiempo se detuviera mientras nuestra mano danza rítmicamente con el pincel.
También es verdaderamente maravilloso cuando mezclamos los colores para formar unos nuevos, como si lleváramos a cabo un acto de magia, enlazándolos y generando transiciones tan suaves que no podemos percibir cuando un color pasa a ser otro.
Podemos regalarle a nuestro lienzo capas tan delgadas como las veladuras o tan gruesas como los impastos, hacer una obra meticulosamente elaborada en varias sesiones y con previos estudios, o una obra fugaz pero bien lograda en “Alla prima”.
Y como ya mencioné algunos términos que podrían ser poco familiares, veremos una breve descripción de estas técnicas para pintar al óleo, que luego en futuros artículos explicaremos en detalle y con ejemplos prácticos.
Estas técnicas por lo general se complementan y se superponen entre sí, pero para su entendimiento las describiremos por separado. Empezaremos este domingo y seguiremos los próximos aprendiendo técnicas así que no te pierdas estas clases coleccionables
Métodos según el número de sesiones y capas de pintura. Pintura Indirecta, húmedo sobre seco o pintura por capas. Es la técnica en la que se realizan varias capas de pintura durante varias sesiones.
Se pintan primero capas delgadas y progresivamente capas más gruesas, aplicando la regla ya vista de graso sobre magro. Requiere de paciencia y algo de planificación de la obra, ya que hay que esperar que las capas sequen para continuar con las siguientes. Es el método más aplicado por aficionados y profesionales, por sus enormes posibilidades, resultados y flexibilidad al permitir dedicarse a varios cuadros al mismo tiempo.
Por lo general la primera capa constituye un pre-pintado para en dar al lienzo un color de base, ya sea de forma uniforme en toda la superficie (base tonal), como una base monocroma que marca los valores tonales de la composición (grisalla) o una base que marca los colores base para cada objeto de la composición. Puede ser utilizado solo como guía o también como elemento integral del resultado final dejándolo como fondo visible. Su importancia radica en proporcionar luminiscencia a la obra y en dar una unidad en la pintura con un color dominante.
La mayoría de las grandes obras clásicas son pintadas con este método, debido a sus delicados detalles, definición en las pinceladas y además a que aún poseían una paleta con pocos colores que les impedía una ejecución más veloz, al tener que hacer diferentes mezclas para llegar a un determinado tono.
Pintura directa, “Alla Prima” o húmedo sobre húmedo
Se refiere a que el cuadro queda realizado “a la primera”, es decir al primer intento, en una sola sesión de pintura continua, sin esperar a que se seque alguna capa para poder continuar con la siguiente.
Se aplican capas de base y las otras se aplican cuando aún las primeras están húmedas.
Dada su complejidad y habilidad requerida, generalmente se realiza para cuadros de menor tamaño y por artistas más experimentados. Si recuerdas los famosos capítulos de “Pintando con Bob Ross” entenderás mejor de lo que se trata la pintura “Alla Prima”.
Vincent Van Gogh, Monet y en general los grandes pintores impresionistas utilizaron el método de “Alla Prima” para plasmar sus obras y lo popularizaron entre los artistas.