Importantes figuras históricas de los últimos siglos expresaron sus principios de no violencia adhiriendo al vegetarianismo, como vimos en la nota anterior.
Hoy queremos mencionar algunas figuras más de gran trascendencia que vivieron entre los siglos XIX y XX, como los maestros Ramana Maharshi, Yogananda o Sivananda que enseñaron y difundieron el Yoga y la alimentación pura, mientras en Occidente el Dr. Charles Richet, Premio Nóbel de Medicina en 1913, expresaba: “Mil veces no; la alimentación carnívora no es necesaria. Todos los hechos lo prueban”.
Por entonces, un gran inventor que ha contribuido al progreso de la vida moderna con sus trabajos sobre el electromagnetismo y la corriente alterna y que le valieron varias distinciones, fue Nikola Tesla, quien adhirió al veganismo para “abandonar hábitos barbáricos” y acceder a una fuente de energía de mayor calidad al aprovechar la energía solar absorbida por los vegetales, expresando: “que podamos subsistir con plantas trabajando a nuestro favor no es una teoría, es un hecho muy bien sustentable”.
Eran los días en que Franz Kafka, escritor cuya obra es considerada como de las más influyentes de la literatura universal, parado frente a un acuario murmuró: “Ahora puedo mirarlos en paz, ya no me los como”. En la misma época, el dramaturgo y periodista Bernard Shaw, con dos Nóbel de Literatura y un Óscar, vegano desde muy joven después de leer el libro de H.F. Lester titulado Detrás de Escena en los Mataderos, nos decía: “Los animales son mis amigos y yo no me como a mis amigos… oramos por amor y paz y nos atiborramos de los cadáveres de nuestros hermanos”.
También por esos días el abogado, pensador y político hindú Mahatma Gandhi luchaba por la libertad de su país y los derechos de sus habitantes sustentado en su compromiso con la paz y la no violencia, que alcanzaba a los animales y la naturaleza; por eso era vegano y sostenía que “el progreso espiritual demanda que dejemos de matar a otras criaturas para satisfacer nuestras necesidades corporales”.
Y luego, el gran genio Albert Einstein, mientras nos legaba su teoría de la relatividad, punto de partida de la física moderna, estaba convencido de que el vegetarianismo nos ayudaría a evolucionar diciendo: “Nada beneficiará tanto a la salud y aumentará la posibilidad de supervivencia en la tierra como la evolución hacia una dieta vegetariana”. Y en la próxima nota seguiremos de lleno en el siglo XX.
Namasté.