La vida es constante cambio y movimiento, lo que recibimos hoy en algún momento lo tenemos que devolver.
La vida no nos pertenece. El cuerpo no nos pertenece.
Solo nos quedamos con las experiencias que hemos podido lograr a través de este cuerpo, luego lo perdemos. Lo tomamos prestado solo para completar nuestro aprendizaje.
Venimos de la perfección y volvemos a ella, y en el mientras tanto tenemos la posibilidad de experimentar la densidad de la materia. Las contradicciones. La enfermedad. La pérdida de los seres queridos y la muerte.
A todos sin importar rango, condición social, raza o religión nos espera este tipo de experiencias. No tratemos de evitarlas porque son inherentes al aprendizaje, el tema es otro.
¿Con qué herramientas cuento para vivirlas? ¿Qué rescato de mi sistema?
¿Qué atesoro de lo aprendido?
¿Qué virtudes se encuentran en mi familia que han sido logradas a través de todas las encarnaciones de luchas y sufrimientos? ¿Qué elijo?
Sí, qué elijo hoy. ¿Con qué herramientas y recursos cuento para vivir?
¿Cuál será mi elección?, porque dependiendo de ella será mi camino.
¿Con qué principios cuento para vivir? Considerando principio a aquello que encarna algún aspecto de la verdad suprema y que se infiltra a modo de conciencia en mí y en mi sistema, para poder seguir evolucionando y trazando perfección.
El único principio básico de la creación es el amor como actividad, porque es la fuerza mayor del universo que nos impele a seguir hacia adelante.
Es el amor que trasciende la dualidad y los opuestos, y nos impulsa y guía.
Es la falta de amor que nos estanca o traba en nuestro accionar y es su búsqueda el fin último de la realización del ser humano para convertirse como tal.
Busca ese rayo cálido de luz que se convierte en amor. Todos lo tenemos cerca en algún espacio de nuestro entorno.
Pide con actitud correcta de humildad y entrega, y esa será la fuerza que te sostendrá hasta el final de camino.
Con el orden viene el amor y con el amor podrá llegar la luz. Ella vendrá acompañada de su contraparte, la oscuridad y sin amor será muy difícil atravesar la noche negra del alma.
Busca, pide en silencio y él llegará a tu vida como un manto de protección. Con eso basta.