Mientras la oposición rechaza ponerse de acuerdo con sectores del Gobierno, el kirchnerismo se replantea el futuro político de cara a las elecciones del 2023 tras el atentado a Cristina Kirchner, quien hasta ahora se mantiene en silencio.
Desde el Frente de Todos se preguntan qué cambió y miran con atención la reacción de los partidos opositores sobre cómo repudiaron o no el intento de magnicidio a la vicepresidenta.
“La gravedad de un atentado para la cultura política argentina es catastrófica y podría haber desatado una situación política y social inconmensurable”, analizaron en el cristinismo.
El entorno de Cristina reclama a “una parte de la clase política que tiene que repasar todo esto”. Creen que “estuvo bien Mauricio Macri rápidamente repudiando”, cuando hay sectores de la “oposición que quieren borrar rápidamente el capítulo”.
Marchas y misa
El oficialismo había comenzado a reorganizarse tras el alegato del fiscal Diego Luciani que pidió doce años de prisión a la expresidenta por la causa de Vialidad. Las convocatorias en plazas y en la casa de Cristina se intensificaron en los días previos al atentado.
Tras el ataque y la multitudinaria marcha del viernes a la Plaza de Mayo, el Frente de Todos porteño convocó para la tarde de ayer a una nueva movilización en apoyo a la vicepresidenta en el Parque Lezama. La concentración llevó la consigna “El pueblo cuida a Cristina. Cristina cuida al pueblo”.
El Gobierno nacional se sumó además a la convocatoria de la intendencia de Luján a la misa “por la paz y la fraternidad” también convocada para ayer en el santuario de ese municipio. Alberto Fernández “invitó a todos los ministros” del Gabinete a participar.
Los dirigentes del ala dura plantean una movilización masiva en las plazas de todo el país que podría concretarse el próximo 17 de octubre.
El Gobierno sigue paso a paso los avances de la causa por el atentado que sufrió la vicepresidenta en la puerta de su casa de Recoleta cuando Fernando Sabag Montiel le apuntó con un arma en la cabeza y la bala no salió. Sobre la investigación, cuestionaron el peritaje al teléfono del acusado de disparar. “Es un papelón”, calificaron en el entorno de la vice.
La oposición
Las consecuencias políticas podrían afectar tanto al oficialismo como a los partidos opositores. Según el kirchnerismo, “la oposición está atrapada porque mucha mea culpa pueden hacer, no porque sean funcionales a nosotros sino a su electorado, al que alimentaron de tanto enojo estos años”.
Por otro lado, observan que un repudio más fuerte de partidos opositores alejaría a sus votantes.
Desde el Gobierno informaron que trabajan en una convocatoria amplia a la oposición porque es necesario abordar el tema de la intolerancia política en la sociedad.
Con el aval de Alberto Fernández y Cristina Kirchner, el ministro del Interior, Eduardo Wado de Pedro, inició diálogos con varios referentes de diferentes fuerzas políticas. El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta quedó en un visible enfrentamiento con la Rosada y sobre todo con los sectores duros que apoyan a Cristina.
“Cuanto más transformación uno tiene vocación de hacer, más amplio es el apoyo político. Pero aclaro que no es con todos, no es con el kirchnerismo, nunca me podría poner de acuerdo con el kirchnerismo”, dijo Larreta en las últimas horas tras anunciar que se recuperará el día de clases del feriado.
Hacia 2023
El Frente de Todos necesita reorganizarse hacia el 2023. El atentado contra Cristina reavivó el clamor para que se presente como candidata presidencial.
El kirchnerismo ya se daba por vencido en las elecciones del año próximo debido a la crisis económica y las peleas internas, reconocieron. Ahora ven un panorama más optimista.
“La oposición era favorita para las elecciones y esto les cambió mucho el escenario”, analizaron sobre las perspectivas electorales.
Cerca de Cristina señalaron que “ella no quiere ser candidata por muchas razones” pero reconocieron que “es muy difícil ganar las elecciones presidenciales del año que viene en esta situación”. Pero en el caso de que se no presente para otra presidencia, “perder implicaría la revancha de los sectores de derecha, que va a ser muy brava”.
Aún falta mucho tiempo y nadie sabe qué hará la vicepresidenta, de quien se especulaba con una candidatura a senadora por la provincia de Buenos Aires.
La expresidenta aún mantiene el silencio y está refugiada en sus actividades en el Senado. No se conoce si volvió a hablar con el Presidente. La última vez que conversaron fue cuando el mandatario la visitó en su casa al día siguiente del atentado.
Contundente reclamo a la dirigencia
La Iglesia reclamó a la dirigencia política generar “un clima de fraternidad”, en el marco de la misma realizada en la Basílica de Luján y de la que participa el presidente Alberto Fernández y su Gabinete, pero sin representación opositora.
“La fraternidad es un don y una tarea, difícil, compleja, pero necesitamos darnos un clima de fraternidad”, sostuvo el arzobispo de Mercedes-Luján, Jorge Eduardo Scheinig.
El jefe de Estado estuvo sentado en primera fila del importante templo católico, con el exmandatario Eduardo Duhalde sentado a su izquierda y la referente de Madres de Plaza de Mayo Vera Jarach.
“Estamos en un tiempo extremadamente delicado. La paz social está frágil y amenazada. Y somos responsables de asegurarla y cuidarla”, agregó el prelado.
El arzobispo también pidió que la ceremonia eclesiástica no fuera interpretada en clave política desde ningún sector: “Mucho lamentaría que se malinterprete este gesto. La Virgen de Luján es Inmaculada y cualquier mala intención, lejos de mancharla a Ella, nos mancha aún más a nosotros mismos”.
Por el contrario, Scheinig insistió en la idea de la fraternidad y remarcó que “la novedad hoy es animarse a abrazar al otro desde las entrañas, perdonarlo de corazón, empezar de nuevo las veces que hagan falta”.
“Hay que romper las cadenas del odio, tener palabras, gestos y acciones que busquen dignificar a los otros y apostar por salvarnos todos”, planteó desde el altar, al tiempo que convocó a impulsar “otro tipo de convivencia social que garantice siempre la paz y la fraternidad”.
La “Misa por la Paz y la Fraternidad de los Argentinos” había sido impulsada por el intendente oficialista de Luján, Leonardo Boto, para repudiar el intento de asesinato sufrido por la vicepresidenta, Cristina Kirchner, y para intentar pacificar el escenario político.
Pese a que se cursaron invitaciones a dirigentes del Frente de Todos y de Juntos por el Cambio, sólo se sumaron los alineados con el Gobierno.
Además de los integrantes del Gabinete, estuvieron el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, también acompañado por su equipo de gestión; intendentes; y referentes de organismos de derechos humanos; entre otros.