Los casos de fraude a través de llamadas telefónicas crecen cada vez más en todo el país, y varían en su modalidad, según denuncian diversos afectados, con estrategias mediante las cuales los estafadores buscan sortear los recaudos que van tomando las posibles víctimas por la difusión de las advertencias.
Una de las herramientas preferidas por los estafadores para apropiarse del dinero ajeno son las llamadas falsas o anónimas. En tal sentido, aumentaron las situaciones en las que las víctimas reciben contactos telefónicos de números desconocidos pero acompañados por el logo (falso) de diferentes empresas, principalmente de las que habitúan a trabajar con transacciones y ventas digitales.
Desde la Fiscalía de Delitos Complejos, a nivel nacional, recordaron que lo más importante a la hora de ser atacado por uno de estos estafadores es no brindar ningún tipo de información personal, debido a que esa es la forma más común de concretar una estafa.
Diferentes estrategias
Diversos afectados en la provincia brindaron información sobre sus casos a PRIMERA EDICIÓN en la que se hace evidente la variedad de modalidades con las que operan los delincuentes.
Así, se destacaron ejemplos en los que las víctimas reciben llamadas de números desconocidos, principalmente con características de Buenos Aires y Córdoba, acompañadas por el logo de empresas reconocidas, a partir de las cuales los estafadores se hacen pasar por empleados de esas firmas o se presentan como parte de un inexistente equipo de investigaciones de delitos informáticos.
De esa manera, intentan hacerle creer al usuario que están brindando un servicio para evitar que se cometa un delito con su información bancaria o por el uso de alguna tarjeta de crédito que posee. Los estafadores plantean que otra persona está intentando hacer una compra en otro punto del país y, durante la charla, buscan captar alguna información personal adicional al notar desprevenida a la posible víctima.
Los delincuentes también buscan convencer a la persona engañada en seguir las indicaciones que brindan para cancelar esa supuesta compra que están haciendo con su tarjeta, aceptando ingresar a sus aplicaciones bancarias en el celular o dirigirse hasta un cajero automático, con el objetivo de acceder a una mayor cantidad de datos en el proceso.
Así, la estrategia más común en estos tiempos es que los estafadores llamen al teléfono celular y se hagan pasar por empleados de bancos o tarjetas de crédito con el objetivo de acceder a los datos, como ser el código de seguridad, o las claves de acceso a las cuentas o sistema bancario.
Pero otra de las formas más comunes de fraude es el contacto con alguien que está vendiendo un producto en redes sociales. Una vez que se arregla entre las partes la compra, el estafador simula haber hecho una transferencia por un monto mucho mayor al del precio acordado con la persona vendedora. La estafa radica en que en realidad el delincuente nunca hizo la transferencia del dinero. Algunas de estas personas hasta muestran capturas de pantalla falsas de transferencias que nunca se llegaron a efectuar. Y el engaño termina de cerrarse si el vendedor, o víctima, cree que debe aceptar devolver o enviar esa diferencia del dinero extra que, sin embargo, nunca recibió.
Cuidado a los clientes
Desde los equipos de información y atención al cliente de diferentes entidades bancarias en Posadas, consultados por este Diario, coincidieron en remarcar que toda situación extraña de llamados telefónicos que vinculen el uso de una tarjeta de crédito, débito o cuenta, se tratan de estafas telefónicas.
Debido a esto, solicitan a los clientes que tengan el mayor cuidado y eviten brindar cualquier información personal o vinculada a sus movimientos financieros por teléfono.
También reconocieron que todos los días se acercan cada vez más personas a las sucursales para consultar, o quejarse, tras haber recibido una llamada telefónica con indicios de fraude.
A modo general, señalaron que pese a toda la protección que se pueda brindar con los diferentes sistemas tecnológicos, el otorgar un dato como el número de DNI o código del CBU por ejemplo, vuelve a esa persona vulnerable para las intenciones de los estafadores que pueden realizar diferentes movimientos con el dinero guardado en una cuenta o mediante el uso de transferencias y compras financiadas con tarjetas.
Qué hacer
Lo primero que se debe hacer si alguien cayó en este tipo de estafas es realizar la denuncia correspondiente. Puede que se encuentre a los delincuentes y, quizás en algunos casos, incluso recuperar el dinero perdido.
Por ello, es importante que la gente haga la denuncia, ya que los estafadores suelen realizar el mismo delito más de una vez, por lo que si todas las personas advierten a la fiscalía sobre estos hechos, ellos pueden tener un panorama más amplio de todas las maniobras que se están haciendo.
Para denunciar un caso de estafa las personas hay que dirigirse a cualquier comisaría, a las fiscalías penales o realizar el trámite a través de la página web del Ministerio Púbico. Además, al ser víctima de un posible delito informático es importante no borrar, destruir, o modificar la información que pudo guardarse en el teléfono o computadora relacionada al hecho, considerando que mantener la evidencia sin alteraciones es importante a los fines de cualquier acción judicial que pudiera iniciarse.