Hoy se cumplen dos meses de las graves lesiones sufridas por el soldado Michael Natanahel Verón en la llamada “ceremonia de bautismo” en el Club de Suboficiales del Ejército en Apóstoles.
Lamentablemente, según confirmó su mamá Mónica Rosalino, aún no le pudieron operar de la columna para poder aplicarse la prótesis que, con rehabilitación, le permitiría recuperar el movimiento. En la actualidad, Michael sigue sin poder mover piernas y brazos, por lo que está postrado y es alimentado por terceros.
Según contó su mamá en diálogo con Radio República, la fecha de la cirugía es el 14 de septiembre pero el viernes 2 de septiembre debió ser ingresado nuevamente al Hospital Militar porque le detectaron una infección bacteriana intrahospitalaria.
“Todos los días le hacen nuevos laboratorios e incluso este martes detectaron otra bacteria y están tratando de controlar la infección para poder hacerle la cirugía prevista para el 14 de este mes. Él está sin respirador, pero sufre muchos dolores de cabeza y fiebre”, precisó.
En la actualidad, el soldado que sufrió la fractura con desplazamiento de la quinta y sexta vértebras cervicales y que recibió una primera intervención quirúrgica en el sanatorio Boratti de Posadas donde los médicos lograron descomprimir la presión sobre la médula espinal, está internado en el Hospital Militar en sala intermedia y cuenta con el apoyo y cuidado de su mamá, además de su esposa Yanina, madre de su pequeño hijo.
“Él sigue sin poder moverse y así seguirá hasta que puedan operarle la columna donde le colocarán una prótesis que fijará los huesos desplazados. Pero ahora estamos esperando que supere el cuadro infeccioso para que lo puedan operar o, en su defecto, que nos digan cuándo van a poder hacerlo. Habrá una junta médica con los especialistas para definir esta cuestión”, indicó.
Sin dudas, esta infección intrahospitalaria interrumpió el avance que Michael mostraba con el tratamiento de rehabilitación y la evolución de su estado de salud para poder ingresar nuevamente a quirófano.
“Se están lavando las manos”
Michael y su familia no sólo están luchando para tratar de evitar que el joven soldado quede postrado mientras la Justicia avanza en la investigación penal, sino que también tienen que lidiar con la obra social de los militares, el Instituto de Obra Social de las Fuerzas Armadas y de Seguridad (IOSFA) que, pese a las promesas del Ejército, pone muchas trabas a la familia antes de brindar la cobertura que requiere Michael .
“Estamos teniendo problemas con los gastos de transporte para ir al instituto de rehabilitación, en la obra social nos dijeron que teníamos que manejarnos solos en colectivo y Uber porque ya estábamos viviendo en Buenos Aires. No pienso aceptar esto porque nosotros no conocemos nada y además yo también estoy teniendo problemas de cervical y necesito kinesiología… no me da el cuerpo para ir en colectivo y no tenemos dinero para pagar un uber”, contó Mónica quien en este momento no cuenta con ningún ingreso.
“En Misiones le cuidaba a mi nieta y vendía alguna que otras cositas de ropa que pedía por Internet, pero ahora no tengo ningún ingreso y no podemos pedir prestado dinero para mis gastos en Buenos Aires”, agregó. Para Mónica, la obra social de los militares “se está lavando las manos”.
Compromisos rotos
Tampoco se cumplió la asistencia alimentaria a la que se comprometieron las autoridades del Ejército, “nos trajeron víveres una vez y nunca más”.
Mónica recordó que cuando salió a la luz lo ocurrido con su hijo en la ceremonia de bautismo, desde el Ejército se comprometieron no sólo a acompañar la investigación de lo sucedido sino también a hacerse cargo de todos los gastos de tratamiento y rehabilitación de Michael, pero no lo están cumpliendo.
“Hace más de un mes pedimos las valvas ortopédicas y desde la obra social aún no mandaron a nadie para que le mida el tamaño de los pies. Nos mandan de un lugar a otro, que hablemos con uno y otro, con mi nuera ya no tenemos ni 20 pesos para comunicarnos supuestamente con gente que nos va a ayudar y no lo hace. Esto nos pasó con otros insumos y elementos que nos piden en el hospital, como las almohadas, que al final nos mandan a comprar con la promesa de que después nos reintegrarán el dinero. Pero nosotros no tenemos el dinero suficiente para hacernos cargo de todo y esperar que la obra social nos reintegre porque el único ingreso que tenemos es el sueldo de mi hijo que viene con todos los descuentos: desde la vestimenta y el traje oficial que compró para la celebración, casino y obra social… le queda muy poco para poder vivir él y su familia”.
Ritual de terror: cayó en una pileta de natación sin agua
Hace exactamente dos meses, Michael Natanahel Verón se preparaba para ir a la ceremonia de “bienvenida” para los cabos que acababan de ascender en el Regimiento de Infantería de Monte 30 de Apóstoles, entre los que estaban él y otros cuatro soldados.
El joven cayó dentro de una pileta de natación que estaba sin agua luego de que lo obligaran a consumir gran cantidad de bebidas alcohólicas. Todavía no se determinó si se cayó solo o si lo arrojaron. Lo cierto es que el Ejército relevó a la cúpula del Regimiento de Infantería de Monte 30 de Apóstoles y denunció penalmente a quince oficiales y suboficiales que podrían tener responsabilidad en el ritual de bienvenida a los cabos recién ascendidos.
Su mamá, Mónica Rosalino contó que “le hicieron tomar vino puro, fondo blanco, y le mezclaron chimichurri, limón, alcohol, de todo, es algo de locos, no sé qué pueden tener en la cabeza, no tienen corazón”.
Según contó la mujer, “lo humillaron, lo hicieron bailar, le hicieron tomar bebidas alcohólicas de toda clase”, indicó. El militar, que tiene un hijo de 5 años, había cenado con su familia previo al hecho y ahí les dijo que tenía miedo por el ritual de iniciación. Lamentablemente, su temor era más que fundado: por la caída, se fracturó la columna y aún no se sabe si podrá volver a caminar, pese a que los pronósticos son favorables.
Pese a los anuncios y promesas, la familia del joven soldado debe lidiar con numerosas gestiones y trámites en la obra social de los militares para conseguir que se haga cargo de los gastos de transporte e insumos que desde el hospital le solicitan para el tratamiento y rehabilitación de Michael en Buenos Aires.