El intento de magnicidio contra Cristina Fernández de Kirchner convulsionó a todo el pueblo argentino. Tal es así, que este viernes diferentes partidos políticos y organizaciones sociales y de derechos humanos salieron a las calles en todo el país en repudio al atentado.
Sobre este tema se refirió el Padre Alberto Barros, vicepresidente de Cáritas de la diócesis de Posadas, quien reconoció que “Es un momento muy difícil y grave el que estamos viviendo como nación. Creo que todos como sociedad, independientemente de las formas de pensar de cada uno, todos tenemos que repudiar y condenar lo que ha sucedido con la vicepresidente”
En diálogo con FM 89.3 Santa María de las Misiones, llamó a la Justicia argentina trabajar con rapidez para esclarecimiento este tema y traer tranquilidad al pueblo. “Necesitamos que la justicia actúe rápidamente para recobrar serenidad, que actué de manera transparente y eficaz, y que pueda esclarecer todas las responsabilidades que han rodeado este hecho sumamente grave para nuestra patria”, dijo.
De todas maneras, refaccionó que este es un momento “donde se abre una oportunidad” para trabajar juntos y cerrar de una vez por todas la grita política. “Creo que es gran oportunidad para repensar la responsabilidad que todos tenemos, particularmente la dirigencia argentina, de construir la paz y la convivencia social. Una nación que nos sabe vivir en paz es una nación que siempre camina al fracaso, que es lo que venimos viendo desde hace largos tiempos”
“Es un gran momento que nos desafía, donde podemos replantearnos cómo queremos vivir como nación. Espero que no frustramos esta oportunidad aprovechando bajamente este momento para sacar tajada política estando cerca de un año electoral”
La grieta política con la que convive el país hace años es algo que ha ido escalando en los últimos tiempos, pero nunca se había llegado a los niveles de violencia registrados anoche.
En ese sentido, el Padre Barros lamentó que este enfrentamiento entre bandos ha superado la barrera política y que hoy la vivimos en otros ambientes como el deporte o la misma calle.
“Creo que esta escalada no tiene que ocultar otras violencias que nos vienen golpeando hace mucho. La Argentina está golpeada hoy por la violencia que significa el aumento de la pobreza, de la exclusión, la gente que cada vez está peor, se le hace cada vez más difícil todo, se siente con más angustia, porque eso también es violencia”, comentó.
“Una pobreza que crece es también violencia para quienes la sufren. La violencia que significa para tanta gente no tener la posibilidad de acceder a una vivienda digna, a una atención de salud de calidad, lo que implica para muchísimos argentinos la violencia de la inseguridad, así como el crecimiento del narcotráfico y su marca de muerte y destrucción. Vivimos un ambiente violento que es lo que se expresa también en el ámbito de la política, y que ha llegado un punto gravísimo e inadmisible que a sufrido la vicepresidenta ayer”
Es por ello que volvió a llamar a reflexionar el país que tenemos y el que queremos conseguir. “Hemos llegado a una cumbre en todo este camino de violencia, pero si esto no nos invita a una reflexión seria, a cambiar actitudes, y a trabajar en serio por un país con educación, con salud, con oportunidades para todos, con inclusión, la violencia va a terminar siendo el pan nuestro de cada día”.
Mediar para recuperar la paz social
Por otra parte, para el Padre Barros de esta situación se sale con el diálogo, pero lamentó que hoy pareciera no existir una real búsqueda de encuentro entre los dirigentes políticos.
“No sé hasta dónde hay una disposición en serio de querer sentarse a dialogar, es fácil hablar de diálogo, de convivencia, que tenemos que sentarnos a pensar juntos el país y demás, pero a veces las mismas personas que están pregonando la necesidad de paz al mismo tiempo están ejerciendo violencia verbal contra el otro. Es un poco incoherente reclamar paz y al mismo tiempo ejercer violencia”.
“Si querés convocar realmente a un auténtico diálogo tiene que haber sinceridad, porque convocar a la paz mientras vemos como muchos ambientes políticos están pensando en las elecciones del 2023, en qué me conviene, qué saco de esta crisis, cómo me aprovecho esto, cómo capitalizo estas cosas que pasan, y así es imposible”, reflexionó.
En esa línea, consideró que el propio pueblo debería exigir una bajada de línea en la disputa política. “Las grandes transformaciones tienen que venir de abajo, de alguna manera tienen que expresar su deseo de paz y decirle a nuestros dirigentes, de un lado y del otro, que no se puede vivir en una Argentina así, asfixiante, angustiante, y que termina generando desánimo, desesperanza. Creo que hay un papel fuerte de la sociedad como tal de quienes no queremos vivir en medio de grietas y enfrentamientos. La violencia siempre es un camino que termina mal”
Por último, se refirió al papel del Papa Francisco como posible mediador en esta situación. “No dudo que tenga la capacidad de generar encuentro, él insiste mucho en que ‘la unidad es superior al conflicto’. El tema es que en Argentina a Francisco lo hemos deformado mucho en sus palabras, en sus intenciones, y creo que él también es víctima de esta grieta”.
Por esta razón, entiende que sería difícil pensar en que venga a la Argentina a consensuar el diálogo entre las distintas partes, “porque lo hemos metido en el barro de la grieta, de la miserabilidad argentina, y así es muy difícil que pueda tener una actitud de reunión y encuentro”, cerró.