Los números nos muestran que, en Misiones, el 45% de los lectores son jóvenes de entre 12 y 17 años. Si bien las estadísticas son relativamente buenas, hace cuatro años que se alcanzó un techo, donde se requieren de propuestas innovadoras e institucionales para salir de ese estancamiento.
Sobre este porcentaje, Matías Scarabotti, propietario de la librería Tras los Pasos de Posadas, precisó a PRIMERA EDICIÓN que esta franja etaria antes mencionada “consume literatura juvenil, principalmente los géneros romántico juvenil, drama y aventuras”.
De acuerdo a los datos de la encuesta nacional de Consumos Culturales de 2017, exponen que el grupo etario que más libros lee es el que está en edad escolar, en promedio, jóvenes de entre 12 y 17 años leen 2,3 libros por año, cantidad que disminuye a 1,7 en el grupo etario siguiente, de 18 a 29.
Scarabotti detalló que “en el año 2006 surgió en Canadá una plataforma llamada whatpad (plataforma de lectura social en línea), que en principio no tuvo gran penetración, pero desde el 2018 aumentó dramáticamente sus suscriptores, llegando a más de 80 millones. En dicha plataforma escritores jóvenes y lectores jóvenes se buscan, generando los principales éxitos literarios de los últimos cuatro años”.
Agregó que, ante este fenómeno, “la industria editorial comenzó a buscar talentos ahí. Toman al escritor, a su contenido e intervienen para mejorarlo y moderar aspectos que puedan llegar a ser nocivos para los jóvenes”.
En este escenario, el librero aseveró que “los jóvenes tienen como parte de su entretenimiento leer y lo complementan con las plataformas de streaming”.
Estancamiento
En el mercado de Misiones “es muy chico aún. Hemos llegado a un techo de consumo por la cantidad de lectores, que, si bien ha crecido mucho en los últimos 10 años, aún sigue siendo pequeño. Hace 4 años que ya no crecemos en cantidad de libros vendidos”.
Ante este condicionante, Scarabotti afirma que “este es el enorme desafío que tenemos librerías e instituciones educativas, fomentar proyectos para generar lectores a través de la oferta de libros entretenidos y modernos”.
Experiencia
Teniendo en cuenta que muchas veces a los jóvenes la lectura obligatoria no les gusta o les aburre, desde la librería local propusieron comenzar a desarrollar talleres en las escuelas, para incentivar el hábito de leer, asegurando que “leer puede ser entretenido y fascinante, ya que existen libros increíbles, sorprendentes y apasionantes”, contó Matías.
Inicialmente en los próximos días comenzarán a aplicar esta experiencia en el Bachillerato Humanista, a través de cinco encuentros de 90 minutos cada uno por semana, donde los participantes elegirán un libro para leer y luego compartirlo de manera divertida entre compañeros y amigos, sin tareas ni exámenes.
En este caso, la actividad estará coordinada por “la lectora, escritora y docente Evelyn Rucker y los alumnos podrán inscribirse en la biblioteca de la institución. En esos cinco encuentros los chicos van a ir contando lo van viviendo, qué van interpretando, qué les pasa y vamos a cerrar con una feria del libro, de la que participarán los padres y los chicos, para contar sus testimonios. Me emociona mucho este proyecto, porque se me ocurrió un domingo cuando mi hija (adolescente) me dijo papá leer en el colegio es muy aburrido, Lazarrillo de Tormes, poemas del Mio Cid. Yo sé lo lindo que es leer y mis compañeros con esto, nunca leyeron y no van a querer jamás si se enfrentan a la lectura por primera vez”, relató Scarabotti.
Ante este panorama, sostiene que “eso es lo que tenemos que cambiar ahora, es la deuda que tenemos en Misiones, modernizarnos con lo que leen los chicos. Algún que otro colegio incorpora cosas nuevas, pero son muy poquitos. Estoy con este proyecto, me va a llevar años, pero mi idea es formar lectores, que los jóvenes digan qué hermoso que es leer y qué linda novela, quiero otra parecida”, sentenció.
A modo de comentario, Scarabotti expuso que “se hace difícil conseguir apoyo de las editoriales para este tipo de actividad en la provincia de Misiones, porque es un mercado chico y ellos piensan en otra escala”.
Asimismo, consideró que para hacer crecer la cantidad de lectores en la tierra colorada, “se debe pensar en un proyecto más institucional, sólo la iniciativa de una librería, de un privado, es difícil, es complicado y es lento”.