Cada día que pasa en nuestra vida es un día menos que vivimos, pensando así no tenemos tiempo para perder sin embargo perdemos mucho tiempo sin darnos cuenta.
Hoy que estamos transitando como tantas veces una gran crisis no sólo económica sino social, escuchamos quejas, “todo falta” según algunos, pero para otros esta crisis los lleva a buscar nuevas formas de innovar y ver otras posibilidades.
Pero ¿qué hace que algunos miremos así y otros de otra forma? La confianza que tenemos en nosotros mismos puede ser una de las respuestas. Y le agregaría, la confianza en la vida.
Vivimos con tanto miedo a perder, a que nos mientan, a ser engañados, es como si estuviésemos desesperanzados de todo. Eso nos aleja de nuestra esencia verdadera que es la de fluir al ritmo de la vida.
La vida sabe qué es necesario y qué no, y cuando conectamos con esa verdad pareciera que todo es más liviano.
Ese sentir no te lo da nadie, se busca adentro de nosotros, buceando en lo que sentimos, aceptando nuestras debilidades y parándonos en nuestras fortalezas.
Hoy podemos observar cómo vemos la vida, ¿con miedo o con amor y confianza?
Hay momentos donde nos sentiremos con miedo y desconfianza, pero ahí podemos respirar, llevar las manos al pecho y contenernos, darnos con paciencia palabras de aliento para seguir.
Recordemos que nos tenemos a nosotros, nadie convive más que nosotros con nuestra alma. Así que busquemos encontrarnos todos los días un rato, para agradecer la vida que tenemos que es única e irrepetible.
Que Dios los bendiga.