Hace unas semanas el Observatorio de Psicología Social Aplicada (OPSA) de la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires (UBA) elaboró un informe que revela que para el 66% de los argentinos consultados, su salud mental está peor que antes de la crisis económica.
Un dato alarmante que, según los psicólogos, no repercute sólo en las personas adultas en las cuales generalmente recae la responsabilidad de llevar una familia o su propia vida; sino en los jóvenes y adolescentes que aún se encuentran en proceso de planificación de vida.
Así lo confirmó a PRIMERA EDICIÓN la psicóloga sistémica relacional Leticia Fontana (MP 819), quien trabaja con adolescentes, y quien se explayó en cómo afecta la incertidumbre económica en los más jóvenes.
“Desde el equipo de familias con adolescentes en el Centro Terapias vemos un considerable aumento en las demandas para comenzar terapia en los jóvenes y sobre todo en las adolescencias más tempranas que no encuentran los recursos suficientes en otros ámbitos para calmar su dolor”, explicó.
Es así que, según la especialista, entre los síntomas más recurrentes están la angustia como predominante, la desesperanza por un futuro concreto, ideaciones suicidas, consumo problemático y pérdida o escasas habilidades sociales.
Síntomas que reflejan la dificultad que tienen los adolescentes para “trazar un proyecto vital y sólido, lo que afecta directamente en su ánimo y motivación para generar vínculos sanos, empezar alguna carrera, adaptarse a sus trabajos o enfrentar desempleos entre otras cosas”, indicó Fontana, remarcando que en estos grupos se ve con más claridad la falta de estabilidad económica.
Por otro lado, como punto positivo señaló la especialista que, a comparación de años anteriores, los mismos adolescentes son los que consultan por motu proprio, es decir, no incentivados ni obligados por sus tutores.
“Lo de afuera es mejor”
A su turno, en diálogo con este Diario, la psicóloga Paine-é Duarte (MP. 1227), quien también se desempeña con adolescentes, pero en las afueras de Posadas y en el interior de la provincia, explicó “es una gran mentira que el adolescente vive en una burbuja, la mayoría de ellos está muy al tanto de lo que sucede con la economía, con el país, con lo social, sobre todo por Twitter”.
El auge de las redes sociales y el acceso inmediato a la información instaló, según la profesional, un fanatismo por la cultura “exterior”, bajo la premisa de que “todo lo que viene de afuera es mejor”.
Esto hace que sea “muy frecuente el querer irse del país cuando terminan el secundario. No está claro cómo pero hay que irse”. Así como también que trabajar es productivo únicamente en otro país.
Consultorio: un lugar donde se ve el panorama actual
En ese marco, ambas profesionales confirmaron que la clínica siempre es un espacio donde se proyecta el panorama socioeconómico actual que está atravesando el país.
Es así que, la única manera de trabajar es “configurando encuadres únicos con cada paciente, para establecer frecuencias y honorarios diferenciados con cada uno, debido a la situación económica”, indicó Fontana.
Por otro lado, el consultorio como un espacio donde se refleja la problemática actual, también se ve en relación al consumo problemático, una situación cada vez más frecuente en terapia.
Respecto a eso Duarte explicó que “muchas veces cuando el adolescente ya no sabe qué hacer o cómo expresar lo que le pasa, acude a esas escapatorias que son el alcohol, la marihuana y otras sustancias”.
Siempre estando presente la concepción que su consumo no es problemático y que “no pasa nada si no tomo todos los días o eso no me va a pasar a mí”, un pensamiento frecuente no sólo en adolescentes sino también en adultos con problemas de consumo.
Algunos puntos del informe
Según el informe del OPSA el 74% de los argentinos cree que la crisis económica tendrá efectos negativos muy profundos y duraderos en su vida personal, el 72% piensa que no podrá realizar los proyectos de vida personales o familiares que tenía hasta antes de la crisis; y para el 66% de ellos su salud mental está “mucho o algo peor” que antes de la crisis económica.
A su vez, dentro de las emociones preponderantes, un 43% de los argentinos consultados indicó sentir “incertidumbre”, un 41% “hartazgo” y un 34% “bronca”.
Por otro lado, en sintonía con lo que explicaron las psicólogas, un gran porcentaje de los jóvenes consultados piensa o pensó, en algún momento, buscar el futuro en otros países.
Según la OMS
El año pasado, en el mundo uno de cada siete jóvenes de 10 a 19 años padece algún trastorno mental que supone el 13% de la carga mundial de morbilidad en ese grupo etario.
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