Como todas las semanas recibo correos que aportan a mi vida y alimentan mi crecimiento. Hoy les comparto este que me envían desde el equipo de Gerson Calderón.
Rosanna, basta con conocerme un poco para darte cuenta de mi amor por las obras de James Allen, en las que trata temas relacionados con el pensamiento y la mentalidad.
Ya sea que me conozcas desde hace un mes o desde hace 10 años, sabrás que cito a James Allen y su libro “Cómo un Hombre Piensa” con bastante frecuencia. Este libro, después de todo, ha sido un componente muy significativo en mi crecimiento.
Y hoy, quiero compartir un breve extracto de “Cómo un Hombre Piensa” que estuve leyendo durante algunos días.
“La mente humana puede ser comparada con un jardín, el cual puede ser cultivado inteligentemente o dejar que crezca sin ningún cuidado; pero tanto si se cultiva como si se descuida, debe dar frutos y, de hecho, dará. Si no se siembran semillas útiles, entonces, una abundancia de semillas de malas hierbas caerá en él y continuarán produciendo su clase”.
Te animo a que leas esto un par de veces para procesar claramente lo que está diciendo…
Mi versión resumida. Él dice que como humanos podemos:
1) Dejar que nuestra mente se vuelva loca con cualquier pensamiento que aparezca en nuestra cabeza (que, por defecto, son malas hierbas).
2) Tomar el timón del pensamiento y llenar nuestra mente con el tipo correcto de pensamientos y plantar semillas que florezcan y nos permitan avanzar y llevarnos a donde queremos estar.
Piensa en eso. Tú, como ser humano tienes el poder de controlar tus pensamientos.
Si te estás enfocando en lo negativo; si te estás enfocando en todo lo que va mal; si te estás enfocando en los sentimientos que estás experimentando como resultado, estás en un ciclo interminable de plantar semillas de malezas, como habla James Allen. Pero cuando cultivas tu mente con los pensamientos correctos; cuando plantas ese hermoso jardín y cortas las malas hierbas antes de que infesten tu jardín, puedes vivir en armonía.
Pero aquí está la cosa, si no elegimos alimentar a propósito nuestra mente con las cosas correctas; si no plantamos esas semillas y cultivamos el jardín que es nuestra mente, las malas hierbas crecerán. No sólo crecerán si nos centramos en lo negativo. Crecerán si decidimos no hacer nada.
“Una abundancia de semillas de malas hierbas caerá en él y continuarán produciendo”.
¿No es ese un concepto poderoso para comprender?
Entonces, o tomamos el timón del pensamiento y producimos un jardín, o nos enfocamos en las cosas equivocadas y las malas hierbas crecen. O no hacemos nada y las malas hierbas crecen.
Nuestra mejor opción es tomar el timón del pensamiento y cultivar el jardín que es nuestra mente.
Conviene que te preguntes:
¿De qué estoy alimentando mi mente? Porque en última instancia, lo que sea que esté alimentando tu mente influirá y creará tus pensamientos.
Y tus pensamientos, a su vez, influirán en tu mentalidad, tu perspectiva, tu actitud y tus acciones.
¿Dónde quieres estar? ¿Estás alimentando tu mente con las cosas correctas y cuidando el jardín que es tu mente?